Heredia, 10 sep (elmundo.cr) – La iniciativa “Espresso Van”, la primera escuela itinerante de café en Costa Rica, iniciará su recorrido por las regiones cafetaleras del país con el objetivo de conectar a productores y consumidores con la tecnología y la innovación del sector, así como promover prácticas sostenibles. Este proyecto es impulsado por Café+, una iniciativa conjunta del Instituto del Café de Costa Rica (ICAFE) y CRUSA.
La Escuela Móvil, un modelo único en el país, llevará el conocimiento directamente a las fincas y comunidades cafetaleras, facilitando el acceso a la formación y la tecnología en todas las regiones.
“El sector cafetalero del país ofrece un grano de excelente calidad, sin embargo, cuenta con desafíos como el cumplimiento de estándares internacionales – como la cero deforestación-, el cierre de la brecha generacional para la incorporación de personas jóvenes a su cadena de valor y el acceso a la tecnología”, explicó Byron Salas, director ejecutivo de CRUSA.
El proyecto Café+: Cero Deforestación busca mejorar la competitividad del café costarricense, asegurar el cumplimiento de los requisitos de la Unión Europea y fortalecer la sostenibilidad y resiliencia del sector cafetalero. Además, pretende posicionar al café de Costa Rica como un producto libre de deforestación en los mercados internacionales. Este proyecto beneficia a más de 2,678 productores de café, 304 beneficios y 93 empresas exportadoras.
Gustavo Jiménez, director ejecutivo del ICAFE, destacó que “con la Escuela Móvil de Café, Espresso Van, estamos acercando el conocimiento y la innovación directamente a las fincas, para que cada productor tenga acceso a las herramientas que le permitan mejorar su productividad”. Jiménez añadió que esta iniciativa también busca facilitar la integración de las nuevas generaciones a la caficultura, promoviendo un sector moderno y sostenible. “Así mismo, con esto acercamos al consumidor nacional el café de alta calidad producido en Costa Rica, formando a un consumidor consciente”, afirmó.
El sector cafetalero de Costa Rica, que representa a más de 25.000 familias productoras, 304 beneficios y 102 exportadoras, enfrenta desafíos críticos como los efectos del cambio climático, la baja productividad, la necesidad de integración generacional y la mayor participación de las mujeres en la cadena productiva.