San José, 11 feb (elmundo.cr) – En un mundo donde los sustitutos artificiales han ganado terreno, vale la pena recordar la importancia del azúcar como un ingrediente natural con siglos de tradición en la alimentación. Procedente de la caña de azúcar, su origen y propiedades lo convierten en una fuente de energía y un aliado imprescindible en la cocina.
A diferencia de la mayoría de los edulcorantes artificiales, que se fabrican en laboratorios, el azúcar proviene de un proceso natural que comienza con la fotosíntesis. Su pureza se mantiene sin aditivos, conservantes o químicos, lo que lo hace apto para diversas dietas, incluyendo las veganas, vegetarianas y sin gluten.
Una producción 100% natural. En Costa Rica, el azúcar se extrae de la caña de azúcar, planta que transforma la luz solar en energía y almacena su dulzura en forma de sacarosa.
La caña de azúcar es cultivada en suelos fértiles y bajo condiciones climáticas ideales, y marcan el inicio de un proceso que mantiene su esencia natural en cada etapa.
Tras la corta y recolección, la caña de azúcar se lleva a los ingenios, donde se extrae su jugo. Este líquido, rico en sacarosa se concentra mediante evaporación, cristalizándose de forma natural, obteniéndose distintos tipos de azúcar, desde su versión más cruda hasta cristales blancos, sin alterar su origen vegetal.
“El azúcar es más que un endulzante, es un ingrediente esencial que ha formado parte de la dieta de las personas durante generaciones. Su origen natural y su equilibrio en una alimentación balanceada lo convierten en una opción segura y confiable para su consumo”, afirma Sandra Vega Herrera, gerente de mercadeo y ventas de LAICA.
En Costa Rica, la producción de azúcar desempeña un papel fundamental en la economía y el sector agrícola, el cual produce cerca de 416.000 toneladas métricas de azúcar, resultado del trabajo de más de 7000 productores, y, además, genera aproximadamente 58.000 empleos directos e indirectos. Según la Encuesta Nacional Agropecuaria 2023, la caña de azúcar es el cultivo con mayor producción agrícola del país con 3.191.449,4 TM, consolidándose como uno de los cultivos más importantes junto al banano y el café.
Beneficios en la alimentación. A diferencia de los endulzantes artificiales como el aspartame, sucralosa o el eritritol, que han sido asociados con efectos negativos en el metabolismo y la microbiota intestinal, el azúcar, cuando se consume con balance, aporta energía inmediata y es fácilmente procesado por el cuerpo. Su composición de glucosa y fructosa permite la producción de ATP, la “moneda energética” del organismo, necesaria para el buen funcionamiento del cerebro y los músculos.
En la gastronomía, el azúcar juega un papel clave más allá del dulzor, realzando los sabores, aportando textura y actuando como agente de fermentación y conservación que lo hacen un ingrediente fundamental en la cocina.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo de azúcares no supere el 10% de la ingesta calórica diaria, lo que equivale a unas seis cucharaditas al día para un adulto con una dieta de 2 000 calorías. Un consumo balanceado permite disfrutar de su sabor y sus beneficios.
“Más allá de su dulzura, el azúcar es un elemento que conecta con nuestras tradiciones y cultura. Desde una taza de café en la mañana hasta la repostería casera, su presencia en nuestra alimentación es un recordatorio de que los ingredientes naturales siempre han formado parte de nuestra historia”, agregó Sandra Vega Herrera, gerente de mercadeo y ventas de LAICA.