Y si este referendo no pasa ni la Sala IV, ¿cuál será el plan B en proyectos de reactivación económica?

Con el nuevo presidente de Costa Rica en 2022, se intentó seguir gobernando desde el Poder Ejecutivo, sólo con decretos, sin necesidad de la existencia del Poder Legislativo. En la práctica, no ha funcionado aún ese intento. Gobernar por decreto presidencial ha sido una novedad con nuestro nuevo presidente de la República. Nadie la vio venir y todavía nadie sabe cómo enfrentar esta nueva situación. Tercer año de este nuevo gobierno y hasta ahora, solo hemos tenido períodos muy poco productivos de sesiones legislativas, complementado con unos cuantos decretos difíciles de entender provenientes del poder ejecutivo y, reelecciones inconvenientes e innecesarias de hasta 8 años en el poder judicial, cuando hay otros miles de costarricenses que también podrían hacer más y mejores cosas y en períodos de 4 años y sin innecesarias e inconvenientes reelecciones.

No puede ser que ahora se pretenda hacer un referendo para preguntarle a los ciudadanos si queremos o no queremos una Contraloría General de la República. Por el contrario, más bien, necesitamos por fin, eficiencia en los 3 poderes de la República. La gran mayoría de los problemas de Costa Rica se resolverían muy fácilmente si todas las auditorías internas, contralorías y demás instituciones de control de gasto público, por fin comprendieran que su trabajo es muy importante y necesario para nuestro país, aunque sus salarios y privilegios sean pagados por cada institución pública, su deber inicial y final es por Costa Rica, porque de lo contrario, nunca van a alcanzar ni todos los impuestos ni la enorme e inmanejable deuda pública para cubrir tantas y tantas fallas en el control de los gastos. Con más eficiencia no se perderían miles de millones de las bóvedas de un banco nacional. Con más eficiencia no habría tanta facilidad para evadir los controles en las adjudicaciones de tantas licitaciones públicas. Con más eficiencia los expedientes judiciales no estarían compitiendo en tardanza, con las listas de espera de la CCSS, etc, etc, etc.

Y si este referendo no pasa ni la Sala IV, cuál será el plan B a menos de dos años de finalizar este gobierno de turno? Pero no planes B como los que hemos visto en estos dos años de este gobierno de turno, planes B solo de opiniones y comentarios personales del Presidente, diputados y ministros. Tienen que ser planes B de ideas y proyectos serios, sobre todo de reactivación económica, provenientes de la seriedad que se supone tienen los partidos políticos de donde salieron electos todos esos funcionarios públicos. De suerte que ahora con la existencia de las redes sociales, como plan C, todos los costarricenses podemos participar de este cuarto poder ampliado de las democracias, para que más pronto que tarde, todos los costarricenses tengamos todos los mismos beneficios, de esta democracia única y original, nuestra democracia del pura vida.

A los costarricenses nos está funcionando mejor la opción de las redes sociales como plan C. Recordemos que para estas últimas elecciones presidenciales la votación de los costarricenses significó entre otras cosas, la extinción de varios partidos políticos como el PAC y el PASE, principalmente. También hemos conseguido variantes favorables para la no reelección de diputados y alcaldes, después de años y años permitiendo ver a los mismos partidos y políticos de siempre, como diputados y alcaldes repitentes. Pero en el TSE tienen que haber más y mejores ideas porque no podemos seguir con estos vergonzosos niveles de abstencionismo. También para las últimas elecciones municipales la votación de los costarricenses significó la pérdida de la mitad de las alcaldías para un partido y, el crecimiento exponencial en la obtención de alcaldías para otros partidos.

No podemos seguir con los mismos procesos electorales de hace 200 años. Con un abstencionismo cada vez más vergonzoso. Los procesos electorales tienen mucho que mejorar para proveer, más y mejores políticos y funcionarios públicos, con más y mayores deseos de servir a la Patria. También se prevendrían y se evitarían muchos otros problemas, si la Sala IV por fin tuviera entre sus prioridades, estar actualizando diariamente todo lo relativo a nuestra Constitución Política: la interpretación correcta y las mejoras necesarias de artículos como los relativos a las convenciones colectivas y al 8% del PIB para financiar a la educación pública, por ejemplo, con la prioridad obvia de la educación pública primaria y secundaria. Ya hace varios años se permitió la innecesaria reelección presidencial, así que sí se puede modificar todo lo que sea necesario, para beneficio del Estado y de todos los demás costarricenses.

Para eso es un nuevo gobierno. Pero el nuevo gobierno de turno no es solo el nuevo presidente, todos los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa son también parte del nuevo gobierno de turno y, todos deberían estar trabajando de conformidad con sus planes de gobierno, esos que el TSE les aprobó de previo a las elecciones. Los planes de gobierno de los partidos políticos deberían ser mucho más que solo un requisito de presentación ante el TSE para poder participar en las elecciones.

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