La implementación de la metodología de seguridad para utilizar el PIN al usar una tarjeta crédito y débito, por disposición de la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica, lo que está haciendo es poner más trabas a los procesos de modernización de transacciones bancarias y comerciales que se está dando hoy en día.
Si bien estamos en proceso de salir de una pandemia, el estar poniendo los dedos en datáfonos públicos está lejos de lo que queremos ser como país, desde el punto de vista de salubridad.
Pero si por otro lado pensamos en quienes tengan diferentes pines, al ser propietarios de diferentes tarjetas de crédito o débito, entonces el tema se vuelve mucho más complicado y riesgoso.
En realidad, deberíamos enfocarnos en compenetrar más el tema de la seguridad de los plásticos, pero no mediante el uso de PIN, sino aplicando otras medidas que podrían ser por medio de pulseras, relojes o los propios teléfonos celulares, con una metodología mucho más privada para el usuario.
Lo que sabemos es que hasta mayo se ha retrasado esta implementación y esperamos que mientras tanto se den reuniones con diferentes organismos financieros que vea hacia adelante y poder implementar otras opciones, pues la propuesta ya no cabe en este 2022 y mucho menos para el futuro que todos queremos.
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