Turrialba vive uno de las mayores incertidumbres jamás vista en una región tan rica en recursos naturales, materiales y humanos. Al gobierno actual se le eligió con la finalidad de construir una mejor región y de conducir las transformaciones que nos permitieran ser una sociedad menos desigual, más cohesionada, en paz y con desarrollo, al servicio social.
Es palpable el abandono y olvido del que ha sido víctima el pueblo de Turrialba.
Esta desalentadora realidad ratifica la necesidad de que la municipalidad proponga un plan de reactivación económica y social fundamentada en la reanimación de algunos sectores productivos y en la implementación de otras estrategias para los sectores agrícola, pecuaria, piscícola, avícola y turismo.
El Plan debería de fortalecer sectores deprimidos como el económico y el social que avanzan mancomunadamente, con el consiguiente mejoramiento en la calidad de vida de toda la población.
Plantear una estrategia de Reactivación Económica y Social para la zona que contribuya a mejorar la calidad de vida de la población asentada en la región, así como la implementación y puesta en práctica de una serie de acciones que propicie el clima de una economía de enclave.
El sector agropecuario merece especial atención, su reactivación, será el resultado de un proceso incluyente y participativo, de formulación y ejecución de políticas que dinamicen todo el potencial agro-productivo de la región, porque Turrialba cuenta con las condiciones agroecológicas y humanas, para producir alimentos en cantidad y calidad, y garantizar la seguridad alimentaria y nutricional a nivel local y de las principales ciudades.
El campo como sector productivo, se desarrollará con el fortalecimiento agroindustrial y la generación de valor agregado, la asociatividad y el diseño de estrategias de comercialización solidarias, justas e incluyentes.
La Municipalidad debe impulsar un plan de reactivación del agro, a través de un programa integral de asistencia técnica agropecuaria, políticas de educación, juventud y mujer rural, inversión en ciencia, tecnología e innovación para el desarrollo rural, financiación y fomento agropecuario, infraestructura social para el campo (vivienda, alcantarillado, saneamiento básico y servicios públicos).
Turrialba sigue siendo agrícola, por lo tanto debe promover entre las nuevas generaciones el trabajo en el campo como una actividad económica rentable, y impulsar proyectos productivos para reactivar el agro.
Urge sumar esfuerzos y reactivar el campo, apoyar a los productores con capacitación y asesoría para aprovechar mejor nuestras áreas rurales. Hay que coordinar con autoridades municipales, para desarrollar estrategias y alcanzar los objetivos planteados.
Finalmente, la municipalidad debe asumir nuevos roles, transformándose en un facilitador del desarrollo local, y generando estrategias que se traduzcan en acciones para la comunidad.
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