El sistema de recolección de basura en Turrialba resulta insuficiente para el manejo de los residuos sólidos en sus doce distritos. Esto ha dado espacio a vertederos improvisados que profundizan los problemas de los servicios públicos de recolección, que ponen en evidencia la falta de coordinación y de operatividad del gobierno local para dar respuesta a la demanda de los servicios municipales.
Esto supone que las formas de vida características de nuestro tiempo, dan lugar a la producción y acumulación de basura. Razón por la cual la participación ciudadana en la gestión ambiental se concibe como una ampliación del dominio público, con el propósito de crear sociedades más conscientes de los desafíos colectivos de sus ciudadanos
El botadero municipal de Turrialba no cumple con los lineamientos técnicos de un relleno sanitario, para que la basura sea administrada como tal. Por lo tanto los cierres o clausuras que ha hecho el Ministerio de Salud tienen el objetivo de que el manejo inapropiado de los desechos no cause problemas de salud a la población específicamente a los buzos y las comunidades vecinas.
La generación de basura actual es excesiva y aumenta año con año pues la sociedad no es capaz de abandonar el modelo de consumo en el que solo usamos y tiramos las cosas.
Otro desafío que enfrentamos es la falta de cultura y conciencia social de los ciudadanos sobre las consecuencias de la generación extra de basura, muchos de los cuales se presentan envueltos en papel, plástico o cartón; repartida en la vía pública y que casi siempre, es lanzada a la calle.
Entre los fenómenos que causan los problemas ambientales están la mezcla de los residuos industriales con la basura en general, donde son mezclados sin ninguna precaución con la basura doméstica y son transportados a basureros a cielo abierto.
La contaminación de los suelos puede ser un proceso irreversible y es a partir de esta acumulación, cuando comienzan los verdaderos problemas ecológicos, ya que los basureros se convierten en focos permanentes de contaminación.
Está claro que cualquier zona en la que se acumulen desechos sin el menor control, sin ventilación o respiraderos provoca que se genere una cantidad considerable de gases y líquidos que pueden ser peligrosos, tanto por su poder explosivo, como por su efecto contaminante.
Para combatir el exceso de generación de basura habría que empezar por modificar la legislación actual, para propiciar que el problema se aborde a partir de una responsabilidad compartida entre gobiernos, empresarios y ciudadanía.
Por último, la construcción del relleno sanitario es impostergable, y el gobierno local tiene la obligación de proporcionar a la población una calidad de vida digna y saludable, pese al elevado costo, pero el gasto que esto conlleva, siempre será menor que el costo de poner en peligro el medio y la salud de la población.