La calificadora Standard & Poor’s ha afirmado la calificación crediticia de Costa Rica en ‘BB-/B’ y ha mejorado su perspectiva de ‘estable’ a ‘positiva’.
La mejora se debe a los avances en el fortalecimiento del perfil externo del país y su capacidad para atraer inversión extranjera directa.
Se destacan los esfuerzos por mantener el déficit de cuenta corriente controlado y mostrar un superávit primario consecutivo desde la reforma de 2018.
La mejora en la perspectiva refleja el crecimiento sostenido de sectores clave como el turismo y las exportaciones de dispositivos médicos, así como la sólida gestión de reservas internacionales.
Standard & Poor’s advierte que el país aún enfrenta desafíos importantes, especialmente en cuanto al acceso a financiación externa y la fragmentación política que podría ralentizar la toma de decisiones fiscales.