Si vemos algunas cifras del estado actual, por cada ¢1 que recaudamos por concepto de impuestos, se deben atender gastos por ¢ 1.80, para cubrir el faltante de recursos, es necesario solicitar financiamiento para atender esos gastos.
Un ejemplo es el proyecto de presupuesto del 2018 donde los gastos ascienden a ¢9.3 billones, que representa un crecimiento del 3.2% con respecto al año anterior, por otra parte, la estimación de ingresos para el 2018, por concepto de recaudación de impuestos, transferencias, contribuciones sociales e ingresos de capital e ingresos no tributarios ascienden a ¢5.2 billones.
Esto significa que solo para cubrir las obligaciones legales, constitucionales y diferentes gastos del estado, debemos financiar la suma restante de ¢4.1 billones con deuda interna.
Al ver estas cifras, podemos ver que el déficit del gobierno central se incrementó aproximadamente el doble pasando del 26.2% en el 2009 a un 53.1% en el 2018.
Es de vital importancia considerar la capacidad, experiencia y el equipo de cada candidato, para que tome las mejores decisiones; evitando que empeore la situación del país.
La diversidad de herramientas económicas, en un sistema democrático como el nuestro, nos puede llevar a la toma de decisiones populistas, que afecten la economía del país aumentando el estancamiento.
Una de las opciones, puede ser utilizar una política fiscal restrictiva, que al disminuir el gasto público y aumentar los impuestos, el presupuesto del estado tienda a generar una disminución en el déficit; sin embargo debemos sopesar cuidadosamente los efectos del desincentivo del sector privado para generar empleo.
Una buena estrategia seria pasar a una política monetaria expansiva, bajando los tipos de interés, subiendo la oferta monetaria, dando como resultado un aumento del poder adquisitivo, aumentando el consumo y la inversión, al aumentar la demanda y haber estimulado un mayor consumo, la producción crece y esto provoca más fuentes de empleo. El costo negativo puede ser el aumento de la inflación.
Al parecer una de las aristas más importantes a tomar en cuenta para elección del próximo gobierno de Costa Rica, son las diferentes estrategias de intervención o actuaciones que planteen para resolver los retos que enfrenta nuestro país en los temas Económico y Fiscal.
Los objetivos que deben plantearse pueden clasificarse en acciones de corto y largo plazo, algunos retos que enfrentará son:
- Crecimiento Económico, ambientalmente sostenible.
- Regulación Tributaria, que permita crear mayores ingresos por medio de Subsidios y ayudas, o impuestos y tasas para obtener mayores ingresos públicos.
- Tipo de Cambio, evitar la volatilidad y la devaluación del colón
- Estabilidad de Precios, que permita mantener equilibrada la balanza de pagos y crear más empleos.
- Contención del Gasto, realizar inversión pública, disminuyendo el gasto corriente.
Debemos analizar los diferentes planes de gobierno y evitar caer en medidas populistas, que pongan en riesgo la situación económica del país; el próximo presidente debe tener claro el panorama y tomar con su equipo las mejores decisiones económicas y fiscales.
El futuro está en nuestras manos, si queremos un gobierno que invierta más en Seguridad, Salud, Educación, Vivienda e Infraestructura; debemos de saber elegir.
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