John Connally, quien fue secretario del Tesoro de Estados Unidos bajo la administración de Richard Nixon dijo: “No hay nada más nervioso que un billete de 100 dólares” y Costa Rica se encuentra en una encrucijada económica, donde ciertas decisiones recientes podrían estar comprometiendo su estabilidad y crecimiento a largo plazo. Aunque la Tasa Básica Pasiva (TBP) no ha alcanzado los niveles astronómicos observados en 2015, su tendencia actual merece un análisis cuidadoso en el contexto de la apreciación del colón y sus implicaciones para diversos sectores económicos.
La TBP ha mostrado una disminución gradual en los últimos años. Por ejemplo, en enero de 2025, la TBP se situó en 4,13%, comparado con el 7,20% de enero de 2015. Si bien una tasa más baja puede parecer beneficiosa para el endeudamiento, en el contexto actual de un dólar a precios de ganga, existe margen para una reducción adicional de la TBP, similar a los niveles observados en 2022, cuando alcanzó un 2,90%. Esta medida podría estimular la economía, especialmente cuando el tipo de cambio y la fortaleza del colón lo permiten.
La apreciación del colón ha sido notable en los últimos tiempos. Aunque históricamente el tipo de cambio ha experimentado fluctuaciones, la tendencia reciente muestra un fortalecimiento significativo de la moneda local. Si bien una moneda fuerte puede reducir los costos de importación, también encarece los bienes y servicios costarricenses en el mercado internacional, afectando negativamente a los sectores exportador y turístico. Según el Colegio de Licenciados en Ciencias Económicas, para diciembre de 2023, los exportadores experimentaron una reducción del 6,7% en su beneficio neto en colones debido a esta apreciación
La apreciación del colón ha generado desafíos significativos para sectores clave de la economía costarricense. El sector exportador y turístico, pilares fundamentales del ingreso de divisas, se han visto particularmente afectados. La Cámara de Servicios Corporativos de Alta Tecnología ha señalado que esta situación ha provocado una desaceleración económica y pérdida de empleos, comprometiendo la competitividad del país, y quienes realmente están lucrando son los capitales golondrina que solo vienen a lucrar con nuestra tasa de interés de la moneda local
Yo creo que una inflación controlada es generalmente deseable; sin embargo, una economía sin inflación o con inflación extremadamente baja puede ser indicativa de una demanda débil y un crecimiento económico estancado. En este contexto, una política monetaria expansiva por parte del Banco Central podría ser beneficiosa. Reducir aún más la TBP y adoptar medidas que inyecten liquidez en la economía podrían revitalizar los sectores productivos y mejorar las finanzas públicas sin ejercer presión sobre el sector social, porque no es justo que los mas pobres paguen para estabilizar los niveles de deuda del estado que se simulan a la baja, pero hay que ponerlos en una medida de realidades cuando veamos el colon por lo que realmente vale.
Además de los desafíos económicos, la percepción de inseguridad ha impactado negativamente al sector hotelero. Costa Rica, tradicionalmente reconocido por su estabilidad y atractivo turístico, enfrenta ahora una dualidad preocupante: altos costos y preocupaciones de seguridad. Este “combo” desfavorable podría disuadir a potenciales visitantes, exacerbando las dificultades económicas del sector.
La política comercial de Donald Trump, marcada por su énfasis en el proteccionismo, representa un riesgo significativo para la industria farmacéutica En el tercer trimestre de 2024, los dispositivos médicos fueron el principal producto exportado por Costa Rica, con un 43% de participación. Con un alto nivel de las exportaciones nacionales provenientes de dispositivos médicos y productos farmacéuticos, cualquier imposición de aranceles o restricciones comerciales por parte de EE.UU. podría afectar severamente la competitividad del sector. Empresas multinacionales establecidas en el país, que operan bajo el régimen de zona franca, dependen del acceso libre de tarifas al mercado estadounidense para mantener sus márgenes de rentabilidad. Si una eventual administración Trump decide imponer medidas proteccionistas en el sector salud y farmacéutico, Costa Rica enfrentaría el reto de diversificar sus mercados de exportación o renegociar condiciones más favorables en sus acuerdos comerciales.
Es imperativo que el gobierno tome medidas proactivas para estabilizar y fortalecer tanto al sector instalado en zonas francas como al régimen definitivo. Fomentar un entorno económico favorable, mediante políticas fiscales y monetarias adecuadas, es esencial para mantener la confianza de los inversionistas y promover el crecimiento sostenible. Además, en un contexto global cada vez más incierto, es crucial reforzar las relaciones comerciales con países aliados, asegurando mercados estables para nuestras exportaciones y fortaleciendo la posición de Costa Rica en la economía mundial.
Solo mediante un enfoque equilibrado y estratégico se podrá garantizar un crecimiento sostenible que beneficie a todos los sectores de la sociedad costarricense, pero debemos sobre todo dejar de priorizar una supuesta protección macroeconómica y mirar a los más desfavorecidos.