Son muchos los motivos, pero principalmente por el abandono de los gobiernos al sector. Pese a que todos sabemos que el sector agropecuario en América Latina y el Caribe (ALC) se han desarrollado rápidamente, con un crecimiento económico e incrementos en ingresos; por supuesto no es el caso de Costa Rica. El sector agrícola es fundamental en este desarrollo, pues contribuye con apreciación en términos económicos y sociales. Por esa razón, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), con apoyo de los Programas de Investigación de CGIAR en Políticas, Instituciones y Mercados (PIM) y en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS), se asociaron para evaluar el impacto del cambio climático en cultivos agrícolas clave para ALC, e identificar medidas de adaptación. Por supuesto que no solo las medidas contra el cambio climático bastan. Se debe tener un apoyo del gobierno con políticas claras tales como: 1-Un crédito apropiado. 2-Políticas que incluyan las consideraciones de cambio climático para priorizar políticas, estrategias, acciones e inversiones a nivel nacional y local. 3- Promoción y apoyo a la investigación, para adoptar variedades mejoradas o menos susceptibles a enfermedades, variedades con tolerancia a la sequía y altas temperaturas. Esto es vital para cultivos clave para la seguridad alimentaria (maíz, arroz y frijoles), así como para aquellos cultivos para la exportación. 4- Uso sostenibles del agua, la disponibilidad de agua está disminuyendo debido a la mala explotación de las cuencas hidrográficas, la deforestación y los impactos del cambio climático. Las medidas para el uso sostenible del agua son fundamentales. Estas actividades incluyen riego sostenible (riegos inteligentes) y reservorios de agua, manejo de cuencas hidrográficas y considerar el nexo entre alimentos, energía y agua para no tomar medidas erróneas. 5-Recuperación de tierras degradadas e intensificación sostenible para evitar una mayor deforestación. La capacidad productiva del sector agropecuario depende de la conservación de los ecosistemas. 6-Implementación de tecnologías y prácticas que contribuyan simultáneamente a incrementar la productividad y disminuir la vulnerabilidad. Existen numerosas tecnologías y prácticas climáticamente inteligentes (CSA por sus siglas en inglés) probadas que aumentan la productividad al tiempo que reducen la vulnerabilidad. Las tecnologías climáticamente inteligentes, buenas prácticas agrícolas y ganaderas, sistemas agroforestales, variedades mejoradas, riego inteligente, rotación de cultivos y potreros, manejo integrado de plagas, etc. 7-La producción y la comercialización es deficiente.
En nuestro país se hace totalmente lo contrario no se escucha a la FAO sobre la necesidad de un programa de seguridad alimentaria, la banca de desarrollo la hicieron a la medida de unos pocos, las políticas de cambio climático no tienen un sustento económico como créditos y programas prácticos y ejecutables, se abandonó la investigación en el Ministerio de Agricultura la cual está en manos privadas o en las universidades, la ley forestal continúa permitiendo talar árboles.
La producción y la comercialización se quedó en manos de intermediarios, amigos de los políticos de turno y trasnacionales. Un ejemplo claro es la ruta del arroz que lo que hizo fue cambiar de albarda ya que siempre quedó en manos de otros mercaderes del agro.
Esto no es nuevo y los culpables son los gobiernos de los últimos 30 años. Así que por eso es que protestan los agricultores en las calles como lo vimos el 29 de marzo del 2023. El público que consume tiene que saber estas cosas y apoyarlas o a acostumbrarse a pagar precios altos.
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