Un ganadero que no planifique la carga animal está trabajando a ciegas. Ya no se vale simplemente echar las vacas al potrero. Una definición sencilla del sistema de planificación de la carga animal es planificación de la carga animal bovina en función del manejo y rotación de potreros con enfoque sostenible. 1- En primer lugar, está la planificación del uso del suelo y de la finca. Se deben ubicar las zonas de bosques, las zonas de protección, el uso del suelo, las fuentes de agua, áreas para cultivos, infraestructuras (galerones, bodegas, instalaciones para ordeño, corrales), bancos forrajeros y las áreas de pastoreo que se pueden subdividir en apartos de acuerdo al tipo de ganado. 2-Un segundo aspecto es planificar la captación, tratamiento, uso y distribución del agua ya que, para cumplir con un buen pastoreo, es muy importante el acceso al agua de la mejor calidad posible y con una distribución en cercanía a las zonas de alimentación del ganado. Además, es necesario hacer cercas preventivas para evitar la contaminación de las fuentes, tales como rondas con árboles y cercado periférico. Se debe saber cuánta agua consume el hato que se va a manejar. Un bovino toma de 10 a 20 % de su peso vivo; lo cual va a depender de las condiciones del clima, estado fisiológico y nivel de producción. En Zarcero consumen menos, pero en la época seca de Guanacaste consumen más. Hay que preguntarse, ¿para cuántos animales alcanza la fuente disponible? ¿es una fuente confiable en la época seca? ¿cuánto varía? Si quiere hacer reservorios, recordar que el tamaño de estos depende del área que confluye en él, la capacidad de retención del suelo y la cantidad de lluvia. 3-La planeación del recurso forrajero en pastoreo. Para estimar un valor aproximado del área de la finca dedicada al pastoreo, hay varias formas de hacerlo, si se conoce el tamaño de los lotes; podemos calcular las áreas en pasturas. Calculando el área con un GPS y las aplicaciones móviles de un celular midiendo caminando los lotes o medir sobre el mapa digital de forma directa, incluso sin necesidad de estar en el campo.
Tener presente, para los cálculos, que una res se come el 10-15 % de su peso en forraje fresco por día o 2,5 a 3 % de materia seca. Este dato permitirá tener buenas estimaciones de la carga de la finca. Normalmente, el ganado desperdicia entre el 20 y el 50 % de forraje disponible, o dicho de otra forma, aprovecha entre el 50 y el 80. En zonas de mucha lluvia la pérdida por pisoteo y otros factores es más alta que en zonas de poca lluvia. Para Guanacaste podemos trabajar con un estimado entre 20-25 % y para San Carlos y Turrialba entre 30 y 40 %. Una vez que el ganadero adquiera más experiencia y conozca el comportamiento de los lotes. Usando rotación de potreros puede incrementar la carga animal y tener mayor rentabilidad. Los ingenieros zootecnistas recomendamos sembrar árboles forrajeros de la misma especie y luego calcular la cantidad de árboles que tiene en el lote, así podrá sumar al aforo y entender mejor cuál es la oferta forrajera que se le suma a los pastos. La capacidad de carga animal la podemos aumentar dando un menor tiempo de duración de la rotación, pero si es muy corto, no da espacio al trabajo de insectos, lombrices, raíces y otros seres del ecosistema de enriquecer y des compactar el suelo. La segunda manera es aumentar la producción de forraje que se logra con períodos de descanso más largos, pero si hay demasiado tiempo entre dos pastoreos, se corre el riesgo de que el forraje se lignifique y sea muy poco nutritivo, por lo tanto, el productor debe encontrar el equilibrio entre estos dos extremos. 4- Un cuarto paso es planificar las rotaciones. Para esto se debe tener en cuenta que las gramíneas o pastos tienen un crecimiento acelerado, durante el cual acumulan reservas de carbohidratos en la raíz, hay aumento progresivo de fibra y disminución porcentual de la proteína.
A medida que el pasto madura, produce mucho más volumen, cobertura del suelo y profundización de raíces, por lo que la cosecha o pastoreo tendrá un punto óptimo entre el rebrote de las nuevas hojas y la floración, momento en el que el pasto deja de crecer aceleradamente y pierde considerablemente su valor nutritivo. Cuando se desacelera el crecimiento, y justo previo a la formación de la espiga de la semilla, es el punto óptimo de reposo (POR), que suele reconocerse por el amarillamiento de tres a cuatro hojas basales (las más cercanas al piso). Cuando esto sucede es el momento ideal que el ganado lo coma para lograr un mayor beneficio posible por área.
El descanso del potrero equivale a la suma de los días en que el pasto predominante en el lote alcanza el POR en las condiciones particulares de una finca, más unos días de espera voluntaria que el productor pone de acuerdo con sus necesidades. Si a esto se le suman los días de ocupación, se obtiene la duración de la rotación. Cuando se analiza el sistema de rotación y se encuentran pastos muy maduros, donde su POR se ha alcanzado mucho antes, indica poco ganado en la rotación; mientras que las parcelas que se comen antes de llegar a su POR están usualmente asociadas a un exceso de animales en la rotación. 5- Estrategias de planificación para la época crítica, entre las cuales está el asegurar el agua para que los animales beban; no sobrecargar la finca en la época seca; programar la entrada (compra) y salida (venta) de los animales; tratar de sincronizar los partos para que se den hacia el inicio de la época rica en forraje; ajustar la rotación antes de la época más seca; tener una zona de reserva forrajera (puede ser confección de pacas o silos); llevar el ganado a sistemas con altas densidades de árboles y/o arbustos: ya sean por regeneración natural o por siembra programada; hacer suplementación estratégica con los menores costos posibles.
