Peralta es el tercer distrito de Turrialba, en la provincia de Cartago que surgió gracias al antiguo ferrocarril al Atlántico. Caminar en los pasillos de su antigua estación de trenes nos transporta y nos hace sentir como si el tiempo se hubiese congelado.
Peralta pasó de ser un poblado muy próspero a un pueblo “mísero y fantasma” al que pocos quieren visitar. Este pueblo se considera vacío y cerrado con muchas necesidades que deben ser atendidas, pero pasan desapercibidas ante los ojos del pueblo y de la clase dirigente.
Su dirigencia política es comandada por la misma persona desde hace más de 30 años. El pueblo no presenta ningún avance evidente, sin proyectos de desarrollo ni grupos empresariales dispuestos a invertir ahí que auguren un futuro mejor. Según vecinos en otros tiempos existía un dispensario médico, una cooperativa y otros negocios que hoy día la vegetación oculta.
Sus habitantes soportan toda clase de problemas y a pesar de que las quejas son constantes, este guía político se niega a entregar la batuta a personas más jóvenes y capacitadas para que asuman con fuerza, energía y determinación los desafíos de un pueblo olvidado que se niega a desaparecer.
Viajar o salir de Peralta es todo un viacrucis. La vía de acceso al pueblo con el paso de las lluvias queda convertida en un barrial. Cuando hay lluvias fuertes el camino da lugar a mucho almacenamiento de agua por lo que se crean muchas lagunas, imposibilitando el tránsito de los pocos vehículos que ahí transitan.
Los moradores de Peralta manifiestan que otra necesidad es la falta de pavimentaciones de las calles.
“La situación es crítica. No es posible recorrer las calles con tranquilidad, ya que invierno y verano están llenas de huecos”, comenta un vecino.
La tragedia de Peralta es que las personas mayores no pueden seguir la tendencia de la globalización por desconocimiento y por falta de conectividad para sacar el máximo provecho de las nuevas tecnologías. Por otra parte los jóvenes prefieren migrar a las ciudades y trabajar para las grandes corporaciones.
Peralta es de Turrialba y debería desarrollarse turísticamente como otros cantones turrialbeños. Pero deben crear las condiciones requeridas para impulsar los cambios que se requieren para lograr atraer empresas interesadas en invertir en turismo, agricultura, agroindustria, idiomas, etc.
El pueblo de Peralta en otros tiempos fue un lugar próspero, de mucho movimiento económico. Actualmente es un lugar abandonado. Sus casas oficinas, calles e incluso autos vacíos y vagones se han dejado para que la naturaleza los vuelva suyos con el paso de los años.
Finalmente, el pueblo de Peralta debe resurgir de esas cenizas y solo lo van a lograr trabajando unidos jamás poniendo sus destinos en manos de políticos sin brillo. Cada uno debe ser responsable y poner su granito de arena para que la región que los vio nacer pueda tomar las riendas y construir una nueva historia de progreso y bienestar para el pueblo peralteño.