Nuestro TSE y otra vez el tema de los diputados que se declaran independientes

Otra vez el tema de los diputados propuestos al electorado por un partido político y, que durante su periodo de nombramiento deciden declararse independientes. Otra vez hay que recordarle al TSE que el electorado dio su voto para elegir para la Asamblea Legislativa, a los diputados propuestos en la papeleta correspondiente, por cada partido político y aprobados de previo también por el mismo TSE, conforme a los requisitos previstos.

Está claro que todos los diputados fueron electos porque es un requisito que representan a algún partido político, en consecuencia, si algún diputado electo, luego no está de acuerdo con su partido, es obvio que debe renunciar a su partido político y el TSE debe destituir a ese diputado y juramentar al diputado sustituto. El pueblo no eligió a ese diputado de un partido para que luego se autodeclarara independiente. Estos temas aún no resueltos y muchos más, serían mucho más fáciles de resolver si el TSE tuviera entre sus prioridades, estar mejorando día a día todo lo relativo a todos los procesos electorales de Costa Rica.

Segundo año de este nuevo gobierno y hasta ahora, solo hemos tenido períodos muy poco productivos de sesiones legislativas, complementado con unos cuantos decretos difíciles de entender provenientes del poder ejecutivo y, reelecciones inconvenientes de hasta 8 años en el poder judicial, cuando hay otros miles de costarricenses que también podrían hacer más y mejores cosas y en períodos de 4 años y sin innecesarias reelecciones. El TSE debe ayudar más a disminuir el abstencionismo, no solo pagando la publicidad para ir a votar.

Para muy pronto, esperamos también la no reelección total, de ningún puesto público y menos los de períodos de 8 larguísimos años como en el Poder Judicial, porque es obvio que toda reelección es inconveniente e innecesaria, dado que está muy claro que hay muchos otros puestos públicos a los que puede concursar cualquier buen alcalde o cualquier buen funcionario público y, además, para cualquier puesto público hay miles de costarricenses que también tienen derecho a tener la oportunidad de servir a la Patria.

Con partidos políticos de verdad, la reelección no es necesaria en puestos públicos y por el contrario, esa reelección es inconveniente para el país y como democracia. Las buenas ideas y el buen trabajo de los puestos públicos debería seguir proviniendo día a día del buen funcionamiento obvio, de los partidos políticos permanentes que representan.

A pesar de que tenemos los tres Poderes de la República como cualquier democracia, los costarricenses sentimos extraños y muy lejanos a esos tres Poderes. Vamos a votar cada cuatro años en las elecciones nacionales y, sabemos que con nuestro voto, elegiremos a 57 personas para el Poder Legislativo y a 3 personas para el Poder Ejecutivo. En total, 60 personas electas por el pueblo, es el resultado de las rutinarias, rudimentarias, desactualizadas y aburridas elecciones nacionales. Debe ser por eso, que el abstencionismo se está tragando a nuestra democracia. Sin embargo, el más extraño y lejano es el Poder Judicial. De ese Poder no elegimos a nadie. Del Poder Judicial, lo que más conocemos son las noticias de los esporádicos salacuartazos y, de la presa de casos judiciales en trámite, que compiten con las listas de espera de la CCSS.

De las 60 personas que elegimos cada cuatro años, sabemos que ya habían sido seleccionadas previamente, por unas cuantas decenas de asambleístas de cada partido político, como uno de los pocos requisitos del TSE. De los nuevos Padres de la Patria, sabemos que la mayoría son principiantes y los otros son repitentes. A falta de programas de gobierno propios, llegan a enterarse de los proyectos inconclusos heredados de los diputados anteriores y, a ver qué se podrá hacer en su gobierno de turno. Y de las 3 personas del Poder Ejecutivo, sabemos que el nuevo Presidente, es el que nombra a todo el resto del nuevo equipo de gobierno y, se supone que este Poder, sí trae preparado un plan de gobierno.

Tal vez inclusive sea posible volver a unificar los dos procesos electorales en uno solo, como existía aún a finales del siglo pasado. Por un lado por razones de economizar miles de millones de colones, al hacer dos procesos en uno y por otro lado por razones del mejor aprovechamiento de los grandes avances tecnológicos en la internet y las redes sociales. También hemos tenido algunas mejoras en este proceso electoral de los gobiernos locales, como eliminar lo vitalicio de algunos funcionarios que se les permitía reelegirse indefinidamente, a permitir ahora, solo dos periodos continuos de cuatro años.

Los costarricenses consideramos sin embargo, que se pueden llevar a cabo aún gran cantidad de mejoras en estos procesos electorales, para beneficio del país finalmente y, en principio para empezar a disminuir el abstencionismo, promoviendo un mayor entusiasmo de los electores. Por ejemplo, no seguir permitiendo la doble postulación de candidatos a la vez, tanto para el poder Ejecutivo como para el poder Legislativo, en el mismo proceso electoral. Así como no seguir permitiendo ninguna reelección en ningún puesto público, por un lado porque todos los demás costarricenses también tienen derecho a elegirse y, por otro lado, porque existen muchos otros puestos para los cuales pueden postularse los funcionarios que ya han servido en otros puestos.

Qué maravilla la internet y las redes sociales actuales. para enterarnos de inmediato de todo lo que hacen y no hacen los gobiernos de turno. Antes había que depender de periódicos y noticieros apenas para medio enterarse de lo que ya se había hecho y que de por sí, ya nada podíamos hacer. Y para el cortísimo plazo, necesitamos que el TSE y la Sala IV, mejoren y actualicen todos los procesos electorales y la redacción e interpretación correctas de todo el articulado de nuestra Constitución Política y de las leyes en general. Eso ayudará mucho a disminuir el abstencionismo. Costa Rica necesita urgentemente la existencia de partidos políticos permanentes en acción. Son parte fundamental de la democracia y, en general, son parte fundamental hasta de la vida misma de los costarricenses. No puede ser que se permita hacer partidos políticos de cortísimo plazo, solo para participar en las siguientes elecciones, a pura publicidad y gastos de campaña o, pidiendo prestada la antigüedad necesaria, de otro partido, solo para cumplir con uno de los poquísimos requisitos del TSE.

De suerte que ahora con la existencia de las redes sociales, todos los costarricenses podemos participar de este cuarto poder ampliado de las democracias, para que más pronto que tarde, todos los costarricenses tengamos todos los mismos beneficios, de esta democracia del pura vida. El gobierno no es solo hacer más o menos obra pública.

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