Somos una maravilla de democracia. Tenemos nuestra democracia a la tica. La democracia del pura vida. Es una marca país. Una democracia de exportación. Sin embargo, pasan los años y no ha habido forma de controlar y enderezar el rumbo de la clase política, básicamente porque la Defensoría, el TSE y la Sala IV ayudan demasiado poquito a Costa Rica. Y bueno, es porque ademas, nos falta corregir un pequeño defecto: tenemos ineficiencia en los 3 Poderes de la República. Claro, con 200 años de antigüedad, puede ser que ya llegamos a la edad de los nuncas.
Pero, no hay problema, también tenemos 200 años de experiencia. La solución es muy sencilla. Solo requerimos que las instituciones públicas hagan por fin, todo lo que se supone tienen que hacer: Que la Contraloría realmente controle, que la Defensoría realmente nos defienda, que la CCSS y el Poder Judicial por fin, bajen a niveles razonables las listas de espera en atención de pacientes y resolución de casos judiciales en trámite. Que la prioridad en nuestra educación pública, por fin sea la primaria y la secundaria, en fin, que cada institución pública haga bien su parte del trabajo. A estas alturas del siglo XXI no podemos afirmar que los tres Poderes, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial estén funcionando bien, porque a diario nos enteramos que hay problemas por todas partes.
Problemas heredados, remiendos a los problemas viejos, problemas nuevos por no haber resuelto los problemas viejos, regla fiscal y ley del empleo publico para unos pero no para otros, privilegios salariales por todas partes del sector público, caso cochinilla, caso diamante, la trocha, repúblicas independientes, recursos ilimitados para el FEES en detrimento de la prioridad que es la educación pública primaria y secundaria, pensiones de lujo, otro aguinaldo para el sector público mal llamado salario escolar, expedientes judiciales sin resolver compitiendo en cantidad con las listas de espera sin fin de la CCSS, etc, etc.
Segundo año de este nuevo gobierno y hasta ahora, solo hemos tenido períodos muy poco productivos de sesiones legislativas, complementado con unos cuantos decretos difíciles de entender provenientes del poder ejecutivo y, reelecciones inconvenientes de hasta 8 años en el poder judicial, cuando hay otros miles de costarricenses que también podrían hacer más y mejores cosas y en períodos de 4 años y sin innecesarias reelecciones. Claro que el cuarto poder en las democracias, el periodismo, ha tratado de hacer su parte. Pero ahora hemos podido ver este cuarto poder ampliado, con la participación de más y más costarricenses, por medio de todas las redes sociales. Vamos lento pero vamos bien.
Y para el cortísimo plazo, necesitamos que el TSE y la Sala IV, mejoren y actualicen todos los procesos electorales y la redacción e interpretación correctas de todo el articulado de nuestra Constitución Política y de las leyes en general. Eso ayudará mucho a disminuir el abstencionismo.