Los gobiernos de América Latina ponen a los tratados comerciales como la gran solución como generadoras de divisas y una herramienta que ha sido promovida como una política efectiva para la apertura de nuevos mercados y, por lo tanto, consistente con el objetivo de aumentar las exportaciones. ¿Pero en qué se diferencia Costa Rica con los Países de América del Sur? Muy sencillo ellos estimulan la producción y tienen claro que el sector agrícola es un motor que levanta la economía. En Costa Rica con el manejo que le han dado los economistas neoliberales solo ven los tratados como un modelo para exportar. Pero no se piensa en hacer el sector agropecuario exitoso para poder ser competitivos. Debemos aumenta los rendimientos y bajar los costos para que el agricultor no desaparezca. Acá la comercialización está en manos de importadores y trasnacionales. La razón de que los productores protesten por el tratado de la Alianza del Pacífico es muy sencilla. Al no haber apoyo de crédito etc. no somos competitivos y los países más eficientes terminan mandando productos y acaban con la producción nacional. Este es el temor de los paperos cuando Perú gran productor de papa nos inunde con papa peruana y el productor nacional desaparece y la comercialización termina en manos de trasnacionales y importadores amigotes del gobierno. Hay que preguntarse
¿los acuerdos de libre comercio siempre son efectivos para aumentar exportaciones? ¿pueden estos acuerdos generar “ganadores” y “perdedores Para aumentar las exportaciones hay que hacer algo más que lo que se escribe en los tratados. Con un sector agropecuario no competitivo los ganadores son los importadores y las trasnacionales y los perderos los agricultores. El señor presidente es economista y debe saber que los países que se han desarrollado han partido de un sector agropecuario dinámico, que este sector es generador de empleo y desarrollo; pero parece que no lo sabe o no lo quiere oír y eso piensan los agricultores con sus declaraciones luego de la marcha del 29. Lo que el señor presidente tiene muy claro es que a su mesa llegan los frijoles, el arroz, las frutas y los vegetales que él y su familia consumen todos los días. Señor presidente ya basta de poner a los productores en desventaja o dicho de otra manera tigre suelto con burro amarrado.
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