En las últimas décadas, Costa Rica ha aparentado ser un símbolo de estabilidad, democracia y oportunidades. Sin embargo, hoy nos enfrentamos a una realidad alarmante: un sistema que, en lugar de facilitarnos la vida, se ha vuelto un obstáculo para nuestro desarrollo. Nos prometieron progreso, pero lo que hemos recibido es un Estado que nos asfixia con regulaciones, trámites interminables y promesas vacías. Cada día que pasa, la frustración crece, y la sensación de que nuestra libertad está siendo arrebatada se hace más palpable.
Nos prometieron un sistema diseñado para proteger y facilitar, pero lo que enfrentamos es un muro de indiferencia. Desde el pequeño comerciante hasta el profesional que busca abrirse camino, todos sentimos cómo este sistema, que se suponía debía servirnos, se ha vuelto intransigente. Estamos atrapados en una red de trámites y regulaciones que no hacen más que recordarnos que la libertad de construir nuestro futuro está cada vez más fuera de nuestro alcance. ¿Es esto lo que queremos seguir permitiendo para nosotros y nuestras familias?
El gobierno actual ha tomado importantes medidas para simplificar y mejorar la tramitología. Iniciativas como “Le Dejamos Trabajar” han comenzado a dar frutos al eliminar más de 140 trabas que frenaban el crecimiento de los sectores productivos. Estos esfuerzos son un claro avance y muestran que estamos en el camino correcto para lograr una Costa Rica más eficiente y próspera. Sin embargo, sabemos que el reto es grande y que el verdadero potencial de nuestro país solo se alcanzará con una agenda de reformas más profunda y estructural que continúe complementando estos primeros pasos.
El Partido Creemos tiene un enfoque claro: la verdadera libertad radica en que el ciudadano tenga derechos por encima de las instituciones, algo que la socialdemocracia ha invertido, colocando al Estado como el centro del poder. Nuestra visión es revertir este orden social para que el ciudadano sea el protagonista de su propio destino, con un Estado limitado que funcione como un facilitador y no como un controlador. La meta para las próximas elecciones no es solo retirar a los partidos tradicionales del control de las instituciones burocráticas, sino transformar el modelo de desarrollo para que se base en la capacidad de los ciudadanos de crear sus propias oportunidades, y no en la intervención institucional.
Hoy más que nunca, nuestro país necesita continuar por la senda de las reformas, pero no podemos quedarnos ahí. Las decisiones que tomemos en las próximas elecciones serán cruciales para definir el futuro de nuestra nación. Costa Rica necesita un liderazgo que continúe con los avances logrados, pero que también esté dispuesto a ir más allá, a impulsar el progreso humano de manera integral. Si no elegimos un camino que profundice en estas reformas, corremos el riesgo de perpetuar un sistema que limita nuestras oportunidades.
En el Partido Creemos, nuestra propuesta es clara: construir sobre los cimientos ya establecidos, potenciando las iniciativas que facilitan el desarrollo, y llevando al país hacia una transformación más integral. Creemos que el cambio verdadero no se limita a la simplificación de trámites; se trata de crear un Estado que funcione como un facilitador real del crecimiento. Proponemos un modelo donde la libertad sea el centro de la política pública, permitiendo que cada costarricense tenga el espacio y las oportunidades para prosperar. Juntos podemos avanzar hacia un desarrollo sostenido, que no deje a nadie atrás.
Uno de los puntos más críticos es el hecho de que el progreso humano no puede esperar. La educación, la salud y la seguridad de nuestros ciudadanos están en juego. Cada día que pasa sin que se hagan los cambios necesarios es un día en el que nuestras futuras generaciones ven comprometido su futuro. ¿Qué clase de país queremos heredarles? ¿Uno donde el conformismo y la ineficiencia sean la norma, o uno donde la libertad y la oportunidad sean la base de nuestra prosperidad?
En el Partido Creemos, no solo aplaudimos las acciones que buscan mejorar el entorno regulatorio, sino que estamos comprometidos con complementar y fortalecer esos avances con una visión a largo plazo. Sabemos que simplificar trámites es solo el comienzo, y que para que Costa Rica avance hacia un verdadero progreso, necesitamos una transformación estructural. Un cambio que fomente la innovación, que impulse a los emprendedores y que permita que cada costarricense tenga las herramientas para desarrollarse sin ser sofocado por un sistema obsoleto.
La solución está en nuestras manos, pero depende de nosotros actuar. Las próximas elecciones serán decisivas. No podemos quedarnos a medio camino en las reformas que el país necesita. El Partido Creemos está aquí para ofrecer una respuesta a las necesidades que tantos costarricenses sienten diariamente: la frustración, la falta de oportunidades, la opresión de un sistema que aún requiere cambios profundos. Nosotros proponemos un camino hacia la libertad, hacia un Estado que sirva a su gente, no que la controle. Proponemos un país donde el esfuerzo y el mérito sean recompensados, y donde las personas puedan prosperar sin ser frenadas por la ineficiencia.
Hoy, más que nunca, Costa Rica necesita un cambio profundo, y ese cambio comienza con el ciudadano. Juntos podemos construir una nación donde la libertad sea el pilar del progreso, donde las oportunidades sean reales y donde el Estado esté al servicio del pueblo, no al revés. Porque cuando uno prospera, todos prosperamos.