Por Marco Malcotti*
Todos los años el 17 de octubre, luego de que la Organización Mundial de la Salud, OMS, instaurara esta fecha como el Día Mundial Contra el Dolor en aras de hallar una solución para aliviar el sufrimiento físico, nos solidarizamos con todas y cada una de las personas que debido a diversas enfermedades sufren dolor en su cuerpo.
Pese a que la manifestación del dolor puede expresarse de múltiples formas, el dolor articular se constata como la enfermedad en sí misma más frecuente a nivel mundial. La misma es compleja, de carácter crónica, y agrupa a enfermedades reumáticas, degenerativas, mecánicas, traumáticas, entre otras.
Un estudio global gestado por el Instituto de Medicina de Estados Unidos, EEUU, determinó que 100 millones de estadounidenses conviven diariamente con dolor. A nivel global, más de 1500 millones de personas viven con malestar de forma crónica, es decir, uno de cada cuatro humanos padece dolor con carácter permanente. En estos casos, la rehabilitación y la terapia física son esenciales.
“El dolor me está arruinando la vida”, “Nadie puede hacer nada para calmarme este dolor”, “No puedo llevar una vida plena; el más mínimo esfuerzo me causa gran dolor”, son algunas de las frases que refieren nuestros clientes cuando ingresan a nuestra clínica en un comprensible estado de desesperación, principalmente, por presiones constantes sobre el nervio ciático u otro tipo de secuelas.
Los ejercicios de fisioterapia con carácter regular, los cuales abarcan el fortalecimiento, el estiramiento y el acondicionamiento aeróbico, constituyen el eje central de la mayor parte de tratamientos contra el dolor crónico. Las técnicas especializadas de terapia manual ortopédica, el estiramiento manual del tejido blando y el asesoramiento profesional para mejorar la movilidad y aumentar la actividad de forma segura se consagran como ejes vitales para incrementar la calidad de dichos pacientes.
Sin embargo, el rompecabezas del dolor crónico puede provocar irritación y frustración en la persona que lo padece y en la relación con sus seres queridos. Por ello, resultan igualmente importantes la creación de la capacidad de resistencia y la enseñanza de destrezas necesarias para el manejo de la enfermedad.
*Director General en Fisioterapia Deportiva y de Rehabilitación, Physiomed
