La corriente de pensamiento político que ha prevalecido en América Latina en las últimas 2 décadas ha sido la socialista. Actualmente la mayoría de los países de la región: México, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Cuba, Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia, Argentina y Chile, tienen gobiernos con declarada simpatía y políticas socialistas.
Sin embargo, no existe un solo país que pueda argumentar que las políticas socialistas le trajeron desarrollo o prosperidad a su población. Son precisamente los que más han “avanzado” en la implementación del socialismo: Cuba, Venezuela y Nicaragua, los que ostentan hoy altos niveles de pobreza, inflación y escaseces.
Es incomprensible que América Latina, con la enorme cantidad de recursos naturales y humanos que tiene, no haya sido capaz de implementar una estrategia o modelo de desarrollo que genere prosperidad y bienestar.
Hay abundantes ejemplos de países que sin tener grandes recursos naturales lograron su desarrollo económico. El más exitoso de todos ha sido Taiwán, que con menos de 40,000 kilómetros cuadrados de extensión, una topografía mayormente montañosa y una escasa población cuando comenzó a implementar su modelo económico, ha logrado convertirse en la 15ta economía del mundo en poder de compra y uno de los líderes de la tecnología mundial.
El modelo taiwanés se sustenta en el “capital humano”. Este concepto identifica los atributos personales que son útiles en los procesos de creación de riqueza como: la educación, el adiestramiento laboral y las habilidades especiales. El capital humano tiene un impacto sustantivo en los niveles de ingresos individuales.
Taiwán invirtió una enorme cantidad de sus escasos recursos en la educación técnica y profesional de sus ciudadanos. Uno de sus pasos fundamentales fue imponer la educación obligatoria hasta décimo grado. A los estudiantes de familias pobres les otorgaron becas. Las universidades se fundaron mayoritariamente públicas y se impuso la excelencia académica como un incentivo especial. La especialización en las ciencias y en la tecnología se combinó armónicamente con los incentivos para la inversión extranjera y los resultados no tardaron en llegar. El modelo desarrollado fue simple pero enfocado el capital humano.
Los resultados son espectaculares: El 45% de su población con más de 17 años de edad tiene un título universitario y el salario promedio se calcula hoy en US$68,130 anuales. En el 2020, su crecimiento económico (2,98%) superó al de China (2,3%). El Producto Interno taiwanés en este año 2022 se estima sobrepasará los $1,6 Trillones de US dólares. Su industria de microprocesadores del nivel de 3 nanómetros está clasificada como la más sofisticada y técnica del mundo. Taiwán produce el 75 % de los microchips que se fabrican.
En la industria de la medicina Taiwán también exhibe una notable excelencia fruto de su exitoso modelo. Desde 1995 los taiwaneses disfrutan de un Programa de Nacional de Seguro de Salud, pagado por el Estado, que les da cobertura a todos los ciudadanos. La expectativa de vida en Taiwán es idéntica a la de los países más desarrollados de Europa Occidental.
En el 2019, los médicos de Vietnam pudieron realizar su primer trasplante de pulmón exitoso gracias al entrenamiento que recibieron en Taiwán. Una industria importante y una formidable fuente de ingreso para Taiwán es el turismo médico que recibe de prácticamente todo el sudeste de Asia.
Ahí tienen los países de América Latina un modelo exitoso de desarrollo económico que no le quita al pueblo ningún derecho, que no confisca ni nacionaliza propiedades privadas, que funciona con una economía de mercado libre y con sistema político democrático donde se respetan todas las libertades fundamentales.
—
Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.