La señora Hillary Clinton sufrió en carne propia el peor revés de toda su vida política, al conseguir una millonada de votos; legales y directos para ser la presidenta del Tío Sam, no obstante; por un ítem del sistema electoral, unos escasos sufragios de los Colegios Electorales malogró ocupar la Casa Blanca y dar paso al conflictivo Donald Trump, odiado por muchos, que además hacen agüizotes para que pierda la presente contienda presidencial, incluyendo; sus partidarios los republicanos.
Por supuesto que el adefesio atávico de los votos; riñe con la lógica, la mayoría más lo que se quiera y; la democracia estandarte de los Yankees.
A título de crónica y de modesta sugerencia; volvemos por un rato a la historia de Venecia llamada por su potencia económica la Reina de los Mares y “La Serenissima” cuyo sistema electoral para elegir a los gobernadores; de nombres, “Doge” o “Dux” estaban a cargo de unos niños a los cuales les ponían una venda de seda frente a los ojos y a cada uno por igual treinta esferas de plata y; la misma cantidad de oro las cuales, sin ver; seleccionaban hasta quedar con una de oro que elegía al “Doge” quien, como si no fuera suficiente; al percatarse de cierta dificultad en el gobierno del “Ducato” de común acuerdo, repartía las tareas con otro “Doge” (Sic).
Para finalizar; es de esperar que la contienda electoral estadounidense, trascurra en paz.
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