Deseos navideños y propósitos de año nuevo 2025

Fotografía de Taylor Thompson.

Como ya sabemos todos los costarricenses, diciembre y enero de todos los años, normalmente no son de los meses más productivos por parte de los gobiernos de turno, para beneficio de todos los demás costarricenses. No queda más que desde ahora, planear los deseos navideños y los propósitos que necesitamos que se cumplan para el año nuevo 2025: Que el Poder Judicial se actualice con las ciencias y las tecnologías que están disponibles por todas partes del mundo, para que la justicia deje de seguir siendo ciega y baje a niveles razonables, las listas de espera de resolución de casos judiciales, porque ya lastimosamente, compiten con las listas de espera de la CCSS para atención médica: la trocha, el caso cochinilla, el caso diamante, el cementazo, etc, etc, y últimamente, récord de homicidios, narcotráfico, sicariato, etc, etc, etc.

Que el TSE y la Sala IV por fin tengan como prioridad mejorar todos los procesos electorales de Costa Rica y, mejorar la redacción e interpretación única de nuestra Constitución Política y de toda la legislación en general. Ya había sido modificada la Constitución para permitir la innecesaria reelección presidencial, así que sí se puede modificar y mejorar todo lo demás que sea necesario, para beneficio de todos los costarricenses. Y finalmente, que por fin aparezca la eficiencia en los 3 Poderes de la República. Con eficiencia se hubiera evitado la desaparición de miles de millones de colones de las mismas bóvedas del Banco Nacional de Costa Rica. Con eficiencia nuestras leyes serían menos defectuosas en contenido, redacción, aplicación e interpretación. En fin, como todos ya sabemos, la eficiencia es, elementalmente básica.

Que el Ministerio de Educación por fin entienda que la única prioridad para Costa Rica, es la educación pública primaria y la educación pública secundaria ,ya que el FEES es todo lo contrario, porque es otra mala interpretación de nuestras defectuosas leyes. Está clarísimo que los escolares y los colegiales, esos sí son el futuro de Costa Rica. Nunca más generaciones perdidas de estudiantes de la educación pública.

Que el Ministerio de Trabajo por fin entienda que el Código de Trabajo es la única ley en materia laboral, para todos los costarricenses, porque las convenciones colectivas solo han sido una piñata de privilegios, que hasta ahora, muchos años después, la Sala IV ha encontrado que solo son un montón de privilegios injustos, ilegales e inconstitucionales.

No es mucho pedir, pero todo eso ayudaría mucho, a mejorar la distribución de la riqueza y todos los índices económicos de Costa Rica y, hasta funcionaría como un antídoto para el cáncer terminal para las democracias que es el abstencionismo. De suerte que también contamos con la colaboración de cada vez más y más costarricenses por medio de todas las redes sociales, fortaleciendo la opinión pública, haciendo cada vez más uso de este cuarto poder de las democracias, que antes era solo el periodismo, y ahora es un cuarto poder ampliado con la participación de todos los demás costarricenses.

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