Son las partículas de esa arena pulverizada, qué deslizándose sensiblemente entre las dunas hasta erosionarse como arenilla y sílice son acercamientos que donan, formaciones casi escultóricas adonde estos granos arenosos ulteriormente, se enalteciesen, hacia allí…hacía lo alto…hacía aquello maravillosamente indescifrable cuál es lo sideral, ideando constelaciones resplandecientes, que después de millones de años luz, son presentes, ahora para su contemplación, como astros centellantes…siendo esto la exaltación, hacia el hombre mismo como especie y como excelsa inspiración, de aquél entorno-tiempo para los artistas e individualmente para el pintor chileno Julio Sepúlveda Bravo. Es lo metafísico, ha trenzado inmensidades mediante elementos como; arena desolación, espacio celestial, pero sin relegar lo vital, que es el océano. Quién hubo sucumbido dentro de este fascinante desierto atacameño entregándonos obras que profundizan la expresión alegórica. Iniciándose en el mundo de la representación pictórica a partir de siempre, así ingresó a estudiar arquitectura (Universidad Católica de Valparaíso), allí tuvo al notable maestro el pintor Manuel Escobar L., prosiguiendo sus estudios en Diseño gráfico y publicitario (Universidad de Chile sede Antofagasta). Ulteriormente, realizará un Master en España concretamente en la Universidad Autónoma de Barcelona. Julio Sepúlveda, nace en Iquique, pero iniciada su infancia se radica en la ciudad de Antofagasta, impregnándose e impregnando su pintura del sabio universo celeste, adonde bajo este firmamento se percibe tanta desolación desde el desierto soñante que se vincula al mar, más alguno diría; tendrán que haber sido los fuertes oleajes, ellos han deslizado las partículas de arena en las retiradas playas costeras… mientras cualquiera replicaría son ondas que recogen nuestras quimeras…El desierto de Atacama en Chile, es descripto como el más árido del mundo, pero inversamente será extraordinariamente fértil en creatividad innovativa, aquélla necesaria y determinante para los talentosos artistas e intelectuales, esto lo demuestra el vasto quehacer pictórico de Sepúlveda… Callaras, el Kunza, Memoria Andina, El guardián del agua, Hombre de fuego, Oriente y Occidente, viajes etc. siendo estas algunas pinturas del artista, adonde el medio ambiente es personalizado asimismo representado entre narraciones ancestrales, de pueblos indígenas que batallaban por su existencia. Será un relator-grafico que versa y va plasmando los colores, quién con pinceladas del tiempo ha ido reportando aquellos ciclos remotos, refigurando figuras quiméricas, casi cósmicas que son evocadas y retornadas desde ese período prehispánico, para brindarse en este advenir dónde las tradiciones son bases para amar nuestra idiosincrasia, como nación y pueblo que somos. Son lugares arqueológicos como Camaná (Arequipa Perú) adhiriéndose en las pinceladas. Sepúlveda Bravo expresará esa existencia importante de los camanchacos o changos pueblos costeros que se hubieron extendidos desde el Perú hasta el rio del Elqui. Serán hábiles en la fabricación de canoas utilizando materiales de los lobos marinos, pueblos autóctonos del norte de Chile, subsistiendo de esa economía marítima, allí nos encontramos en “Los conchales “de Antofagasta. Así el arte rupestre meditado para ser pintado simbólicamente en la exposición “el tesoro de Taltal”, lugar el Médano donde se encuentran estos diseños rupestres. Otra exhibición es “Abya Yala – Reflejos del centro y del sur” Abya-Yala viene de Kuna un pueblo nativo del istmo de Panamá y norte de Colombia, se dice que sería el nombre que los nativos llamaban a “América”. Otras obras sobre los atacameños “lickanantay”, culturas indígenas vivas, en las composiciones pictóricas de Sepúlveda
Mesoamérica o Sur lugares de las culturas prehispánicas transcritas en sus lienzos y esculturas. Donde el colorido es fundamental simbolizando positivismo, pues será el hombre a pactar y a congeniar con el ambiente, debiendo continuar a ser razonable y pensante en preservar la naturaleza. Sepúlveda difunde identidad de búsqueda y mediación con el hábitat. Y reiterando sobre aquel colorido espacial cósmico, es el espacio que confiere la salida, por ello prodiga respuestas a lo que sucedería pues la tierra es limitada en todo y para todo…y su mensaje es energía vitalista transmitidas desde las culturas atávicas como Abya Yala.
El artista crea tiempos, asimismo discurriendo o enlazando ciclos interiormente manifestados en sus composiciones, es algo vital lo mismo, en su ejecución escultórica. ¿Es un narrador simbólico ofreciéndole al espectador momentos de observación asimismo de reflexión de nuestro mundo, son enigmas que desenlazan preguntas… el hombre adónde va? -Declama; -yá sabemos de dónde venimos- ¿pero adonde nos lleva el tiempo, todavía no lo sabemos, ni siquiera lo logramos concebir …solo podría ser transcrito en ese estrellado espacio sideral que nos dispensa el Desierto de Atacama.
Sepúlveda tiende a trazar sus obras a partir de la búsqueda de los orígenes del hombre, comenzando a descubrir esas importantes raíces dejadas en los yacimientos arqueológicos. Lo absorbe el génesis y la causa, el ¿Por qué, está el hombre sobre la tierra? y para ello realizará excursiones al yacimiento pictográfico del Médano adonde se hallan 1.500 formas pictoglifas, este lugar es conocido como el santuario pictórico. Así acumulando conocimiento desde estas excavaciones prehistóricas, él dibuja sobre un planeta inhóspito a la vez quemante sin vida, adonde dominará la tonalidad del rojo, contrastando hacia coloridos petróleos que nos arroban ante un firmamento encantado que brinda el desierto, del cual descienden estrellas y el éter nos ha doblegado a filosofar de cuán insignificante somos frente a esta infinitud…y quizás podría haber más humanidad allá lejos, que en nuestra tierra, es eso el cosmos, ese cosmos que Sepúlveda conoce bien pues los sueños igualmente que la creatividad germinan y al amanecer hay que dar :¡Gracias!….por este infinito extraordinario.
Julio Sepúlveda Bravo fue designado Agregado Cultural en la Embajada de Chile en Costa Rica, ligándose a una experiencia que lo habrá hecho impregnarse de ese contacto cercanísimo a la cordialidad de la gente de ese hermoso país y de la natura que ennoblece tanto al individuo como al pintor, donde coexisten las más maravillosas especies autóctonas de aves, plantas, flores y donde la natura es creación.
Sus obras son acrílicos, esculturas, también incursiona en el videoarte además proyecta Street Art, murales realizados en mosaico cerámica como aquél en el barrio la Gran Vía, de Antofagasta. Ese ligamen que consiente el Medio ambiental al Artista plástico en art site specific siendo aquélla tendencia a interactuar en la cual prevalece el espacio, sin embargo irrumpirán diversas formas artísticas que servirán de recreación e incentivarán conjuntamente al relajamiento de la población conviviendo con el actual Arte latinoamericano además de disfrutar al aire libre
Ha expuesto en innumerables países desde España, Brasil, Paraguay, México, Chile, Estados Unidos, Costa Rica, Argentina etc., siendo elegido artista representante de Chile en la 19Th Asían Art Biennale Bangladesh 2022.
¿Se puede nacer artista o ese talento se va desarrollando durante el pasar del tiempo? Parece un pequeño enigma, pero si está afinidad es referida al artista plástico antofagastino Julio Sepúlveda Bravo sería lo primero ha nacido para ser artista y ha elegido serlo a 360°.
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La autora es diseñadora grafica y publicitaria de la Universidad de Chile, escribe de causas justas y en la actualidad reside en Roma.
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