Instrucción por enseñanza y aplicación por aprendizaje

Ya sabrán mis lectores por los diversos medios o redes donde comparto mis artículos que son muchos años en Educación, pero lo mejor de todo es que siguen contando; cuando por una razón u otra engrosé las filas de tan digno ejército, una y otra vez escuchaba «… el proceso enseñanza-aprendizaje».

Que en una primera instancia lo asumí, pero conscientemente en un comienzo lo repetía y lo volvía a repetir sin llegar al meollo de su significado; pasaron los años, cursos-capacitaciones van, cursos-capacitaciones vienen, grado académico, posgrados, diplomados y…una vez más … «… el proceso enseñanza-aprendizaje»

En estos momentos, donde me encuentro enfrascado en la elaboración de un texto donde pretendo abordar la importancia de las competencias blandas en la Educación, una parte del mismo – estudiando para ello, investigando, lectura de artículos, pedagogos, especialistas, etc. – donde abordo cronológicamente como han venido cambiando el rol del docente, del estudiante, los diferentes enfoques pedagógicos, la influencia de las TIC, en la necesidad de un cambio, la posibilidad de nuevas asignaturas que conlleven al logro de un pensamiento crítico del estudiante, la inclusión de la inteligencia emocional, entre otras, para lo cual el docente deberá empoderarse, siento que se necesita un cambio, de aquí el nombre del artículo en cuanto a que cambiar, donde me atreveré a plantear el  porqué.

Partiré de las definiciones:

  • Proceso: Conjunto de fases sucesivas de un fenómeno o hecho complejo/Procesamiento o conjunto de operaciones a que se somete una cosa para elaborarla o transformarla.
  • Enseñanza: Transmisión de conocimientos, ideas, experiencias, habilidades o hábitos a una persona que no los tiene/Conocimiento, idea, experiencia, habilidad o conjunto de ellos que una persona aprende de otra o de algo.
  • Aprendizaje: Adquisición del conocimiento de algo por medio del estudio, el ejercicio o la experiencia, en especial de los conocimientos necesarios para aprender algún arte u oficio.

Hasta aquí … de acuerdo. Pero veamos los siguientes:

  • Instrucción: Indicación, generalmente dentro de una serie de ellas, que se da como orientación, para hacer una cosa correctamente.
  • Aplicación: Puesta en práctica de los procedimientos adecuados para conseguir un fin.

¿Y?, para tratar de llegar al porqué del cambio-al menos como hipótesis-, es analizar la definición de competencia (educativa), la cual se define como[1] «Es un saber-entrar en acción, lo cual implica saber integrar, movilizar y transferir un conjunto de recursos (conocimientos, saberes, aptitudes, razonamientos, etc.) en un contexto dado, a fin de realizar una tarea o de hacer frente a diferentes problemas que se presenten»

El trabajo práctico, decía Dewey[2], «suministra magníficas oportunidades para aprender las materias de los programas de estudio, no solo como información, sino como un conocimiento adquirido a través de las situaciones de la vida».

 

«Una educación basada en la actividad práctica, superará los problemas de conducta y disciplina de los estudiantes, en forma tal, que la educación tradicional, pasiva, centrada en el pupitre, no lo podrá hacer»

Si ese ha de ser lo que debe lograrse en el estudiante, viéndose modificado su rol actual, el del docente también requerirá de un cambio muy significativo, cuando deberá ‘trasladar´ un mayor número de responsabilidades gradualmente al estudiante ¿autogestión?, ¿autoaprendizaje?, mediante instrucciones, estando estas últimas vinculadas a estrategias y técnicas que permitan un proceso de instrucción- aplicación pertinente.

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[1] La variedad de definiciones al respecto es amplísima, hemos seleccionado una de ellas

[2] John Dewey (1859-1952), filósofo y educador norteamericano.

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