Costa Rica compite contra el mundo entero en materia de atracción turística. Lo que supone que en el sector turismo, la gestión del valor dependerá de la capacidad de sus gestores de saber crear, mantener y potenciar una adecuada cadena que genere valor agregado, de forma sistemática y continua.
Esta claro que ningún polo turístico se desarrolla sin incentivos, ni con falta de inversiones y al momento Costa Rica carece de una política atractiva en materia de incentivos para el sector.
La ley 6990 impulsó el desarrollo turístico en Costa Rica a partir de 1985 fecha de su promulgación, la cual ha sido modificada en sus principales estímulos, porque permitió abusos y provocó la derogación de sus disposiciones más importantes con consecuencias nefastas en cuanto a la cantidad de contratos aprobados entre empresas privadas y el estado.
Sin duda alguna, estas y otras reformas debilitaron la ley; y pese a que sigue vigente todavía hay empresas que se acogen a ella bajo la figura de los contratos turísticos dejando claro que el estado debe contextualizar su estado actual y evaluar cuál debe ser el nuevo modelo de incentivos para competir.
Cabe mencionar que el ICT invierte mucho tiempo en análisis y evaluación de los atractivos turísticos nacionales y los integra al plan nacional de desarrollo sostenible, creyendo que con el solo hecho de mencionar una zona o bien un destino turístico en el plan de desarrollo todo el progreso posterior vendrá por añadidura.
El desarrollo del turismo en Costa Rica, por sus características de distribución y espacio, no puede verse simplemente como un instrumento para fortalecer las economías regionales. El modelo, tamaño y la composición de los grupos hacen imperativo que esta actividad sea incluida dentro de las estrategias nacionales como una herramienta fundamental para ayudar en el combate a la pobreza y la distribución de la riqueza.
Es necesario estudiar, analizar, pero, sobre todo, solucionar aspectos como las necesidades de las comunidades en cuanto a infraestructura, desarrollo, mejoras en la legislación actual, directrices, y planificación e incentivos para promover el turismo adecuado, acorde con el modelo escogido.
Costa Rica necesita orientar acciones que contribuyan al desarrollo inteligente y sostenible de un Plan de Desarrollo Turístico, que siga una secuencia metodológica coherente, que permita obtener productos concretos que reflejen la realidad local y sea útil como herramienta de promoción del turismo, contribuyendo a elevar el nivel de vida de las comunidades.
Finalmente, el turismo nacional es un actor clave en el crecimiento turístico, no obstante ha sido relegado y considerado solo como paliativo cuando hay crisis o recesión. El turismo nacional podría ser un agente de crecimiento permanente solo si se le ofrece tarifas y precios de alimentos acorde a la realidad económica costarricense.
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