Como profesor universitario vengo desde hace varios años trabajando en una cultura emprendedora en mis clases, no quiero enviar al mercado laboral profesionales que salgan a buscar trabajo, sino EMPRENDEDORES con sed de ser empresarios con sus proyectos claros para crear empresas, esta coyuntura, conduce a las universidades a darle una importancia relevante en el proceso formativo y en el modelo de enseñanza al desarrollo de las competencias técnicas que está demandando el mercado y al desarrollo o fortalecimiento de habilidades de tipo actitudinal o no técnicas que le permitan al nuevo profesional una actitud permanente de cambio y adopción y adaptación de los nuevos conocimientos, técnicas o herramientas que se desarrollan ante las necesidades del mercado. Este sentido existen numerosas investigaciones y estudios que determinan claramente la necesidad de que los nuevos profesionales salgan de la Universidad con habilidades tales como trabajar en equipo, comunicación, liderazgo, resolución de problemas, capacidad emprendedora e innovadora. Igualmente por experiencias personales producto de conversaciones con empresarios de empresas desarrolladoras o bien empresas globales, el nivel de desarrollo de estas habilidades del estudiante recién egresado es un factor de peso en el proceso de reclutamiento que llevan las empresas.
Profundizando en lo que realmente interesa desde la perspectiva de cómo crear una cultura emprendedora desde la academia, la competencia emprendedora se visualiza como una competencia de suma importancia en la medida que da base no solamente para desarrollar una mayor capacidad creativa e innovadora por parte del estudiante, sino que también genera nuevas actitudes o capacidades profesionales que le amplían el espectro de desarrollo profesional al estudiante, no solamente dentro de una empresa u organización, sino también como una posibilidad de potenciar la concreción de proyectos personales a través de la concreción de una idea innovadora Las habilidades para impulsar el espíritu emprendedor así como las actitudes y comportamientos profesionales serán complementos necesarios con el propósito de enfrentar el mercado tan dinámico que tenemos y dar un espacio importante a las zonas rurales.
Es por eso que hago un llamado a la ministra de Educación para que los jóvenes de edades tempranas los retemos a emprender, las universidades representan el vínculo necesario entre la creación de empresas y el crecimiento territorial. Dentro de una perspectiva regional, las instituciones de educación superior, tienen el conocimiento y representan el ambiente fundamental para la creación, transferencia y educación de posibles empresarios. Presentan la capacidad de responder a los desafíos de generar iniciativas innovadoras en una visión transversal del conocimiento y las habilidades respaldadas por el carácter eminentemente multidisciplinario. Pero no todas las universidades tienen una cultura emprendedora y un interés en favorecer la generación de negocios emprendedores. Además de la infraestructura y las instalaciones tecnológicas, las personas conectadas a las universidades representan la mayor contribución al apoyo de iniciativas empresariales. La gran ventaja del vínculo entre empresas y universidades radica en el acceso a conocimientos básicos que respaldan ideas innovadoras.
Fomentar la actividad empresarial en las universidades representa una contribución importante al crecimiento de la competitividad en la economía, la creación de empleo, la innovación y la movilidad económica y social. Por otro lado, las universidades todavía están, en su mayor parte, iniciando actividades que promueven acciones para ayudar a aquellos que desean construir una empresa exitosa. Los programas de las Universidades de Costa Rica deberían de dar una oferta al estudiante que los rete, que pueden ser adoptados por las universidades como una forma de alentar la creación de carreras empresariales. Entre estos se encuentran la educación empresarial, concursos de planes de negocios, incubación de negocios, oficinas de transferencia de tecnología, espacios de coworking, entre otros, que indican liderazgo para el emprendimiento. La educación empresarial y el apoyo al emprendimiento en las universidades incluyen servicios educativos, servicios de preincubación, cultura universitaria y coordinación del emprendimiento. Qué bonito seria tener una Ciudad del Saber cómo tiene Panamá en nuestro país, que seamos los creadores de los empleos del futuro de la manos de los emprendedores.
La educación emprendedora se puede fomentar a través de los siguientes mecanismos:
- Acceso a recursos y financiamiento : es importante que los alumnos y ciudadanos emprendedores tengan acceso a recursos y financiamiento para poner en marcha sus ideas. Esto puede incluir programas de subvenciones, préstamos o inversiones destinadas a apoyar proyectos emprendedores. Y muy importante que conozcan más de sistema de banca para el desarrollo. SBD.
- Mentores y redes de apoyo : establecer conexiones con emprendedores exitosos y contar con mentores puede ser de gran ayuda. Estas personas pueden brindar orientación, compartir experiencias y proporcionar consejos prácticos sobre cómo superar desafíos en el mundo empresarial.
- Cultura de emprendimiento : promover una cultura de emprendimiento implica reconocer y valorar el espíritu emprendedor en la sociedad. Esto puede incluir la celebración de eventos empresariales, el reconocimiento de emprendedores destacados y la difusión de historias inspiradoras de éxito.
- Colaboración y sinergias : fomentar la colaboración entre emprendedores y diferentes sectores de la sociedad puede generar sinergias y fortalecer la economía local. Esto puede lograrse mediante la creación de espacios de coworking , incubadoras de empresas o la organización de eventos que fomenten la interacción y el intercambio de ideas.
- Resiliencia y aprendizaje continuo : el emprendimiento implica enfrentar desafíos y superar obstáculos. Es importante fomentar la resiliencia y el aprendizaje continuo entre los emprendedores, ya que esto les permitirá adaptarse a los cambios, aprender de los fracasos y seguir evolucionando en sus proyectos.