En Costa Rica oímos hablar de los fenómenos de la Niña o el Niño (ENOS) y lo que pensamos es en más y menos las lluvias. Pero pocos meditamos sobre las consecuencias que traerán en la agricultura, ganadería, biodiversidad, pesca y la infraestructura vial. Pero antes hagamos un resumen para tratar de explicar estos fenómenos climáticos. Estos efectos no son nuevos desde hace mucho tiempo atrás ya algunos investigadores y pescadores habían notado cambios en el patrón de los vientos y lluvias. Hoy el fenómeno es más conocido y los meteorólogos pueden predecirlos con más acierto. ¿En qué se diferencia la niña con el niño? Las temperaturas: más cálido de lo normal en las aguas ecuatoriales del océano Pacífico central y oriental se conocen como El Niño y temperaturas superficiales del mar más frías de lo normal en el océano Pacífico ecuatorial central y oriental es llamado La Niña.
En los años sesenta, Bjerknes demostró la estrecha conexión entre El Niño y la Oscilación del Sur utilizando un modelo de circulación océano-atmósfera llamado la circulación de Walker, en memoria de Sir Gilbert Walker. La hipótesis de Bjerknes determina que el gradiente normal de las temperaturas superficiales del mar entre el Pacífico Oeste (cálido) y el Pacífico Este (frío) dan lugar a una enorme celda de circulación de masas de aire (vientos) de dirección este-oeste Con su teoría, Bjerknes logró evidenciar cómo la circulación del océano juega un papel conductor en el sistema climático y es responsable de la persistencia de anomalías atmosféricas durante meses o hasta años. Ahora es posible la presencia del Niño. ¿Qué pasará en nuestro país? con el calentamiento anómalo de las aguas del Océano Pacífico, se producirá una disminución de las lluvias en la vertiente Pacífica costarricense y en parte del Valle Central, así como la generación de lluvias intensas en la vertiente Caribe. Todo el 2022 (muchas lluvias, efecto contrario al Niño) estuvo influenciado por la Niña y en el 2023 continuó y terminó en el mes de marzo y pasará a una fase neutra hasta junio del 2023. A partir de junio y agosto hay condiciones oceánicas son favorables para el desarrollo de El Niño, aunque no hay seguridad del 100% pero lo que se observa hay condiciones típicas que favorecen su desarrollo. El déficit hídrico tendrá consecuencias en la agricultura ganadería y el exceso de lluvias en el Atlántico. Las altas temperaturas asociadas con eventos El Niño causa blanqueamiento, con reducción en el crecimiento del coral o incrementa la mortalidad del coral; en los últimos años la actividad ENOS ha devastado muchos arrecifes en los océanos tropicales que proveen que los peces que en ellos habitan y se alimentan también mueran. Durante El Niño se produce una disminución de la productividad del plancton en los ecosistemas marinos resultando en condiciones desfavorables para el zooplancton, larvas, invertebrados y peces pelágicos que se alimentan del plancton. Dependiendo de la magnitud de la anomalía, los mamíferos y aves marinas podrían sufrir por la falta de alimento en el mar, debido a migraciones de especies como la sardina hacia aguas más frías y nutritivas alejadas de la costa
Otro efecto de estos fenómenos no se puede separar de la biodiversidad y es que está ya está teniendo importantes repercusiones en el cambio climático regional y mundial. Los ecosistemas naturales desempeñan un papel importante en la regulación del clima y pueden ayudar a secuestrar y almacenar carbono, la pérdida de bosques, el drenaje de los humedales y otros tipos de degradación ambiental han contribuido significativamente al cambio climático. No hay ninguna alternativa para limitar el calentamiento global a 1,5
°C sin proteger y restaurar urgentemente la naturaleza. Si invertimos en la naturaleza (los bosques, los arrecifes de coral, los manglares, los bosques costeros), nos protegerán de las grandes tormentas, proporcionarán un hábitat para las especies y también almacenarán carbono. Hay que hacer esfuerzo esfuerzos para reducir la deforestación y la degradación de los bosques y restaurar los ecosistemas, por ejemplo, podrían contribuir a reducir las emisiones anuales de gases de efecto invernadero. Cristiana Figueres tiene un alto puesto en la ONU con el asunto del cambio climático. ¿Yo me pregunto porque no ha hecho nada a través de la ONU para que la ley forestal prohíba la tala de árboles de Guanacaste (Enterolobium cyclocarpum) y Cenízaro (Samanea saman) de los potreros de Costa Rica? ¿Será que nuestras autoridades? ¿La ONU que tanto defienden a los derechos humanos de las pandillas en el Salvador están esperando que el árbol nacional se extinga para alertar al gobierno? Los camiones cargados de madera de estas dos especies que llegan a los aserraderos del país es un crimen contra la naturaleza tan serio como la ola de crímenes que sufre el país. Sr presidente, señores ministros de agricultura, ambiente, transportes y señores diputados cuando la infraestructura vial colapse por lluvias por causa de la deforestación y se extinga el árbol nacional no digan que nade se los advirtió.
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