El Vaquero Presenta: El Invierno Demográfico, el Apocalipsis Invisible del que nadie quiere hablar

Todos después de llegar de trabajar o estudiar, nos metemos a las redes sociales para ver que está haciendo nuestros creadores de contenidos favoritos porque nuestros amigos y conocidos cada día publican menos y aparte de ver grandes recetas, vídeos de vacas y gatitos también vemos vídeos y post de noticias y política indistintamente se trate de que estemos haciendo zapping en Instagram, Twitter o YouTube. Parece una idea de consenso, algo bastante raro en un mundo muy dividido por política, que el mundo se dirige al Apocalipsis pintado por Juan el Apóstol en el último libro de la Biblia. Por su parte las personas progresistas señalan que el tiempo para salvar el planeta de la voracidad del mundo corporativo se está acabando mientras que los conservadores ya están hablando de una guerra espiritual invisible con la siguiente cita bíblica del Apocalipsis:

Estalló entonces una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles pelearon contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles pelearon, pero no prevalecieron, ni fue hallado más el lugar de ellos en el cielo. Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo. Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados junto con él. Oí una gran voz en el cielo que decía: “¡Ahora ha llegado la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo! Porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios. Y ellos lo han vencido por causa de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, porque no amaron sus vidas hasta la muerte.

Por esto, alegraos, oh cielos, y los que habitáis en ellos. ¡Ay de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros y tiene grande ira, sabiendo que le queda poco tiempo.”

Y hay razones de sobra para pensar en ello porque el mundo está bastante cerca del Armagedón porque vemos como se agravan los efectos del cambio climático en nuestras naciones, la sociedad está muy polarizada por cuestiones políticas y podría haber una guerra civil en todo Occidente, las grandes potencias están librando una guerra mundial en pedacitos teniendo como estrellas del conflicto a Ucrania contra Rusia, Israel contra la mafia islámica de Gaza que a pesar del alto al fuego sigue sin haber paz, los poderes fácticos están persiguiendo con mayor intensidad a cristianos, judíos e intelectuales humanistas seculares que no se alinean con el progresismo globalista o el fundamentalismo yihadista ya sea con exclusión de las universidades hasta con masacres cruentas en África y Oriente Medio, el proteccionismo económico gana cada día más fuerza poniendo en riesgo la economía mundial, todo un escenario que no envidia nada lo mencionado en las narraciones proféticas del judeocristianismo.

Pero el siguiente artículo tiene que ver con un tema del que se habla poco porque es nada sexy para los que nos gobiernan, no da tantos votos pero que se mencione de forma escasa en la prensa no quiere decir que no exista y se trata del Invierno Demográfico.

Para comenzar con este tema tenemos que saber que significa la expresión invierno demográfico con claridad. La demografía es la ciencia social que estudia las poblaciones humanas abarcando fenómenos como la migración, la dimensión, estructura y fecundidad de los pueblos. El concepto del invierno demográfico según los expertos es cuando las personas de un pueblo no tienen la cantidad suficiente de hijos necesarios para reemplazar a las personas que peinan canas que van saliendo de este plano, generando que, a largo plazo, ese pueblo desaparezca de la tierra. Pero para poder comprender muy bien el tema sin hacernos bolas, iremos primero por las causas, qué consecuencias tiene dicho fenómeno a corto, mediano y largo plazo y posibles soluciones a uno de los mayores retos del siglo XXI.

¿Qué causó el invierno demográfico que vive el mundo?

La caída de las tasas de natalidad en el planeta tiene muchas causas, pero vamos por partes. Fundar una familia para las personas creyentes es un regalo dado por un ser superior, pero a nivel científico y secular tiene más funciones. Para la biología, que los animales tengan crías es uno de los instintos más básicos porque es la base de su supervivencia como especie en la naturaleza y los seres humanos a pesar de tener el poder de la razón, seguimos siendo animales con comportamientos más complejos. En la prehistoria, cazar animales y cosechar frutos silvestres era parte de la rutina en la noche de los tiempos, pero también era muy importante tener sesiones de clavar la estaca en el sentido picante de la frase porque debido a las duras condiciones de vida, siempre se necesitaban nuevos miembros en la tribu.

En esos años remotos, el ser humano era abiertamente promiscuo no porque Lucifer estuviera promoviendo situaciones pecaminosas, sino porque un hombre fuerte de pecho peludo necesitaba dejar embarazadas a la mayor cantidad de mujeres y con eso dejar un legado y descendencia. Por su parte la mujer debido a que es la que lleva la nueva vida en su vientre, tiene que seleccionar a quien se la goza porque como mucho, puede reproducirse una vez al año mientras que el hombre si el desea puede ser un semental al estilo de un toro de cría porque su realidad biológica se lo permite.

Con el nacimiento de la agricultura y la ganadería también nace la civilización y los conceptos más odiados por los zurdos fraudeamplistas que son la familia y la propiedad privada. Los diferentes pueblos al tener sistemas sociales más complejos, empiezan a crear reglas de convivencia con el objetivo de solucionar conflictos entre sus miembros y muchas de esas reglas provenían de las religiones tradicionales incluidas las que regulan la sexualidad y la familia. Por ejemplo, los fenicios adoraban a Moloch, un dios semítico con cabeza de toro que daba fertilidad a las granjas a cambio de que le dieran el primer hijo como sacrificio en cada nueva familia, una tradición bastante cruel y también tenían onlyfaneras sagradas en sus templos donde podías adorar a sus dioses a través de un buen Polvazo. Los hindúes de la India, aunque socialmente conservadores, tenían el Kama Sutra que es un mega tutorial en formato de libro que te enseña no solo a como ponerla de forma creativa sino reglas de cómo llevar una vida reproductiva con principios. Los valores sobre la sexualidad y la familia que conocemos en Occidente son los derivados del judaísmo y el cristianismo que, aunque tienen elementos en común por ser religiones con un solo Dios, tienen sus diferencias porque el cristianismo fue una mezcla de pensamiento judío con ideas filosóficas griegas.

Si hay algo que diferencia las percepciones clásicas del judaísmo y el cristianismo es la actitud hacia la sexualidad. A diferencia del cristianismo, en el judaísmo no existe una vergüenza por el cuerpo ni por el sexo que incluso la palabra hebrea para ello es min que significa especie. El judaísmo no es ajeno a la afirmación y celebración del cuerpo y el alma porque es una religión donde no existe un recinto sagrado, como sucede en la iglesia. En la sinagoga se puede hablar de cualquier tema sin censura, pero Yahvé no permite a los hebreos morder la almohada, ni ejecutar fantasías de furros y ni darle por la puerta trasera a tu pareja. Un dato curioso es que el judaísmo promueve el amor conyugal e incluso lo hace por medio de la poesía en el Cantar de los Cantares y si tienes dudas le puedes preguntar al dueño de Mazorcahub que es un rabino ortodoxo. Pero no solo son más abiertos al sexo, sino que ven la idea de la familia como un regalo de Dios y una mujer es agradable a los ojos del creador no solo por su belleza sino por si está abierta a la vida y desea tener muchos hijos.

La cuestión de que te de pena si te ven chingo en el cristianismo es influencia del pensamiento griego especialmente de Platón, que para variar es un filósofo bastante zurdo por sus críticas al comercio y su propuesta de tener un gobierno liderado exclusivamente por miembros de las ciencias sociales con una orientación comunista, algo que uno de sus alumnos, Aristóteles tuvo que refutar por ser una pésima idea. Volviendo a Platón, este filosofo promovía el celibato como algo ideal y deseable, fantasía que agradó mucho al verdadero fundador del cristianismo que fue Pablo de Tarso, antiguo fariseo judeorromano que pasó de perseguir a los fans del Yisus a ser uno de sus apóstoles más influyentes.

Pablito no solo era un experto en tradiciones judías por su formación, sino que conocía muy bien la filosofía platónica y estoica e introdujo muchas de sus ideas en el cristianismo.

Algunas influencias de ello fueron la idea de que, si alguien era viudo, no era buena idea pensar en un segundo matricidio, aunque esto era opcional según la carta a los Corintios. Otra idea neoplatónica en el cristianismo era que el acto sexual era inmoral en casi todas sus versiones excepto si es con fines procreativos y solo en la posición del fraile que todos conocen porque para la moral cristiana, a Dios le avergüenza verte en tus momentos más biológicos por lo que no está permitido disfrutar esos instantes calientitos a menos que quieras comprar un boleto directo al segundo circulo del Infierno porque eso es pecado.

¿Entonces en que coinciden los judíos y los cristianos en temas de sexualidad y familia? En una defensa vehemente de la cuestión provida y en un rechazo sin parangón a relaciones impropias como el adulterio, los tocaniños y las ideologías posmodernas que niegan la biología como la teoría queer.

¿Por qué estamos hablando de religión en el tema del invierno demográfico? Porque a pesar de que los partidarios de Fabricio Alvarado digan lo contrario, la religión fue la primera versión de la ingeniería social donde los reyes que también fueron sacerdotes que por medio de manipulación cognitiva a través de recompensas no siempre garantizadas y castigos reales a quienes incumplan las reglas, las elites determinaban lo deseable y lo prohibido en temas de familia y sexualidad.

Pero antes de entrar realmente en el terreno de las locas teorías de Foucault, varias de estas reglas otorgadas por la religión si tenían sentido lógico como al condenar la palabra que empieza con A y que termina con Borto, se defiende la libertad de vivir a los que están por nacer, al promover el sexo dentro del matrimonio se busca que los niños tengan un padre presente en su crianza junto a la madre, vital para que los menores tengan una infancia feliz mientras que otras reglas como la de prohibir el disfrute recreativo dentro de una pareja adulta estable solo eran restrictivas por cuestiones idealistas difíciles de cumplir en la condición humana.

Pero la religión no es el único factor determinante en la demografía porque la cuestión económica es vital para el desarrollo de una familia. Para las personas de la antigüedad y la edad media, tener una casa además de una parcela para cultivar su propia comida y ordeñar un par de vacas era esencial porque te aseguraba por lo menos los granos básicos y la leche del diario vivir porque en caso de no tenerlos, el riesgo de padecer hambre era muy alto.

Pero en nuestra sociedad actual, la mayor parte de la población vive en zonas urbanas y depende de un salario mensual o de un emprendimiento privado operado por la propia familia. En el pasado, las familias rurales eran muy pobres y tenían muchos hijos porque formaban entre ellos una cuadrilla de peones con las que trabajar sus tierras o las granjas del señor feudal, pero en ciudades urbanas tener 12 hijos no es funcional porque el costo de vida es más alto, ¿pero que causó esa transición demográfica? Vamos a los datos.

Durante la mayor parte de la historia universal que va desde la noche de los tiempos hasta el siglo XVIII, las tasas de natalidad y de mortalidad eran muy altas, por lo cual el crecimiento natural o vegetativo de la población fue muy lento. En tiempos de la Edad

Media las tasas de natalidad y mortalidad se situaban cerca del 40 ‰ o 50 ‰, es decir, la cigüeña tenía que hacer horas extras todos los días por la cantidad masiva de nuevos niños pero, al mismo tiempo, la mortalidad era muy elevada incluso en los años tranquilos por razones como la inseguridad, la falta de una buena alimentación, una higiene que dejaba bastante que desear, la falta de sanidad pública y había que rezar para que no te toque vivir en una época de mucha acción histórica intensa ya que el cuarto jinete del apocalipsis podría recetarte un final poco agradable por guerras, hambrunas o epidemias.

Con la aparición del capitalismo liberal, los índices de mortalidad bajan de forma repentina gracias a las mejoras en las técnicas agrícolas que permiten producir más comida de forma más eficiente, además de la innovación tecnológica, los avances en medicina y la alfabetización. Estos cambios contribuyen decisivamente a alargar la esperanza de vida de las personas y a reducir la mortalidad mientras la tasa de natalidad se mantiene elevada; como consecuencia, el crecimiento vegetativo es cada vez mayor.

Con el capitalismo socialdemócrata los índices de natalidad siguen bajando por el acceso a condones y métodos de planificación familiar, la incorporación de la mujer a la educación universitaria y al mercado laboral, el acceso al estado social del derroche, el proceso de urbanización, la migración de nacionales a otros países, la sustitución de la agricultura de subsistencia por la agricultura de mercado, junto con otros cambios sociales y por eso, la tasa de mortalidad continúa bajando y por esta razón, el crecimiento demográfico en esta tercera fase es menor.

Y ya llegamos al presente, donde en buena parte de países occidentales y latinos como Costa Rica porque donde hay economías postindustriales, la tasa de mortalidad se reduce hasta alcanzar mínimos históricos y la de natalidad queda empatada. Al estar las tasas de mortalidad y natalidad en cifras similares y bajas del crecimiento natural de la población, se ralentiza hasta hacerse mínimo o prácticamente nulo apareciendo lo que llamamos el invierno demográfico.

Pero no todos los países reportan situaciones similares porque la Unión Europea en promedio es un lugar poco visitado por la cigüeña y el hada de los dientes por los pocos niños que hay mientras que la mayor parte de Latinoamérica está por llegar al invierno demográfico, quedando en la zona de punto de caramelo, pero no por mucho tiempo y en los países africanos, la gente se reproduce como conejos. Pero mirar las tasas de natalidad de forma exclusiva es un error como medir el éxito de un país por solamente el tamaño del PIB como hacen los pubertarios o el coeficiente de Gini y la desigualdad social como acostumbran los zurdos. Nadie querría vivir en un país como Nigeria que, aunque tiene una tasa de natalidad de casi 7 hijos por mujer, es un país pobre, conflictivo donde si portas un rosario en tu cuello te pueden eliminar de forma violenta por parte de grupos yihadistas y donde las mujeres no tienen ni derechos mucho menos educación.

Muchas personas, especialmente conservadores, señalan que la caída de la natalidad son producto de la introducción de la filosofía secular, el progresismo de izquierda y las agendas malthusianas en instituciones supranacionales como la ONU que niegan la apertura a la vida por parte de las personas en capacidad de fundar una familia. Tienen razón en parte porque el wokeísmo impulsa la fragmentación de la sociedad al dividirla a todos sus miembros en opresores y oprimidos, el feminismo radical desalienta a las mujeres a tener hijos al satanizar la maternidad, los ecologistas utilizan el cambio climático como arma para impulsar la reducción de la población, los países que más permiten e impulsan el aborto tienen menores tasas de natalidad pero como mencioné, tienen razón en parte porque países socialmente conservadores donde es raro encontrar madres solteras y con el aborto muy restringido, sin presencia de políticos comunistas y una larga tradición católica como Polonia tiene una tasa de fecundidad bastante similar a países progresistas como España, teniendo los polacos un promedio de 1.16 hijos por mujer mientras los españoles ostentan un 1.12 hijos por mujer. Aunque se acusa el secularismo de bajar la tasa de natalidad, tener una religión particular no es un factor relevante para decir si tiene influencia en la natalidad como más adelante se verá.

¿Cuáles son los efectos negativos del invierno demográfico a largo plazo?

Los primeros problemas son económicos porque al haber menos niños naciendo y muchas personas envejeciendo, el sistema de pensiones se vuelve por defecto un sistema piramidal Ponzi haciendo que mi generación la Z, no pueda tener asegurada su pensión cuando la vejez nos alcance. Otro problema económico es que no va haber suficientes personas para sostener nuestras modernas economías de mercado ya sea por falta de trabajadores y de consumidores que compren sus productos porque aunque algunos señalan que la automatización y la inmigración masiva pueden salvar el día, no son políticas sostenibles porque no todos los trabajos son sustituibles por la inteligencia artificial y que no puedes traer cualquier tipo de inmigrante, porque las empresas necesitan trabajadores bien educados y hábiles que puedan cumplir sus funciones por lo que no todos los países pueden ofrecer capital humano de alta calidad además de que así como no le abres tu casa a personas que pueden hacerte daño, en los países es igual por lo que si se aceptan que llegue personas extranjeras sin ningún tipo de filtro, es probable que lleguen individuos antisociales camuflados entre muchas personas migrantes honradas y pulseadoras además de que no todas las culturas son compatibles porque religiones como el islam no pueden convivir de forma pacífica y plena con el cristianismo, judaísmo y humanismo secular porque la historia evidencia de que los partidarios de Mahoma no toleran el pensamiento crítico, la necesaria separación de la religión de la política, la libertad individual y desean imponer sus creencias a los infieles que para ellos es cualquiera que no se someta a Dios sin hacer preguntas.

También que, con una mayor porción de población envejecida, los políticos van a buscar a seducir el voto pensionista y para seguir manteniendo un sistema ponzi como el de las pensiones, los gobiernos van a tener que subir los impuestos a niveles prohibitivos, endeudar mucho más sus países, emitir más dinero sin respaldo creando inflación, cocinando una crisis y llevando al capitalismo a la bancarrota debido a la falta de persona jóvenes trabajando y emprendiendo. Sino se pueden sostener nuestros pueblos debido a la falta de natalidad suficiente, estamos condenados a desaparecer y los primeros en hacerlo serían Japón y Corea del Sur porque sus tasas son tan bajas que no superan el 1.0 hijos por mujer y en unas pocas generaciones podrían extinguirse.

Pero ¿existen soluciones para contrarrestar el invierno demográfico o estamos condenados a extinguirnos?

Aunque por el momento una buena cantidad de países están teniendo problemas con la baja natalidad, la única nación del mundo que no está siendo afectada por este fenómeno es Israel que para ser un país desarrollado, con alta libertad económica, política y social, educado y tecnológicamente avanzado, su tasa de natalidad está en promedio en 3.0 hijos por mujer, algo muy por arriba del 2.1 mínimo del recambio generacional y bastante raro en países de primer mundo porque casi todos tienen baja fecundidad. ¿Pero porque sucede esto? Aquí van las razones.

La primera razón es cultural porque la cultura judía que, aunque proviene de la religión ya es completamente independiente, es muy abierta a la vida por lo que es de consenso tanto entre judíos ateos como los hebreos ortodoxos de sombrero y rulos que tener niños es un paso esencial para la felicidad personal y comunitaria. Pero no creas que las mujeres israelíes son amas de casa permanentes porque vivir en la tierra prometida es caro por lo que es común que ambos padres trabajen para tener una vida digna por lo que mientras ellos se ganan el maná con el sudor de su frente, los abuelos cuidan a sus nietos algunas horas durante el día.

¿Porque hago énfasis en la cultura y no en la religión? Porque, aunque el cristianismo promueve la familia, la religión por sí misma es insuficiente para incentivar la natalidad porque necesitas tener un consenso entre todos los grupos sociales de que tener hijos es importante no solo para nuestro mejor amigo imaginario al que llamamos Dios sino para el bien de la misma sociedad, su economía y preservación de la identidad y cultura de nuestras naciones. Es por eso que el cristianismo debe continuar un proceso de secularización para que los valores del evangelio se hagan deseables en la práctica ética por todos, aunque no se profese propiamente la religión ni se compartan sus elementos míticos.

Pero para lograr una cultura pronatalista como la israelí, es necesario fomentar en la educación pública como privada la importancia de tener una familia. No se trata de imponer por la fuerza a que la gente tenga hijos, sino que tanto hombres como mujeres escojan por voluntad propia la idea de ser padres porque cuando se entiende porque los niños son importantes para la felicidad personal, comunitaria y estabilidad económica de nuestras naciones, la gente va a defender con la razón de que traer nuevos seres humanos a la vida es amor para sí mismos como para la patria.

El estado tiene un papel importante en esa promoción de la natalidad porque debe facilitar que las parejas jóvenes tengan hijos a través de políticas que permitan a las familias tener una vivienda como préstamos a bajo costo a quienes tienen hijos pequeños, reducciones tributarias a las familias y sus negocios, reducción de la jornada laboral para que los padres pasen mayor tiempo con sus hijos, licencias de paternidad para ambos sexos, redes de apoyo para que puedan dejarlos mientras trabajan con el fin de que se pueda equilibrar la vida laboral con la familiar.

Es muy necesario que prácticas nefastas como el aborto sean muy restringidas a casos donde la madre tiene peligro porque como ya se dijo antes, el maltusianismo prenatal sin restricciones disminuye la cantidad de niños además de ser una actividad muy cruel y que no es siempre segura porque también trae consecuencias perjudiciales para la salud mental de las mujeres que lo han practicado.

¿Y porque la mayoría de políticos no quieren entrarle a este tema? Porque desarrollar toda una serie de reformas Profamilia no es sexy porque para ver cambios significativos se requiere muchos años y porque nuestros ladrones estacionarios en su gran mayoría están pensando en las próximas elecciones y no en las próximas generaciones además que la ideología anti natalidad está fuertemente patrocinada por gente adinerada con ideales poco democráticos, por lo que es necesario que también los empresarios no alineados al globalismo progresista comprendan que sin familias fuertes, no habrá ganancias económicas ni estabilidad social para que el capitalismo prospere.

Es por eso defender la familia no es solo una responsabilidad moral del creyente, sino un acto racional para sostener nuestro propio progreso económico, social y tecnológico como humanidad porque sin hijos no hay futuro, ni para la economía ni para la libertad.

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