En Costa Rica, Centroamérica se dejó de sembrar sorgo por culpa del programa PL-480 que permitió al país traer maíz de Estados Unidos y porque se satanizo el sorgo argumentando que tenía menos proteína, que tenía taninos y que era menos digestible que el maíz. Pero en realidad de lo que iban detrás era del precio barato con que entraba el maíz; sin importarles los productores de sorgo. Hoy día hay híbridos de sorgo sin taninos, ha mejorado su digestibilidad y la proteína sigue siendo comparada con el maíz. Los expertos mejoradores de granos y en nutrición animal han investigado en sorgo no encontrando diferencias en el contenido de almidón total y degradable de acuerdo al genotipo de sorgo, caracterizado por su resistencia a la sequía. Pero muchas variedades e híbridos han destacado por su contenido de almidón digestible. Hoy en día ya hay variedades e híbridos disponibles. ¿La pregunta es por qué no estamos sembrando sorgo en Costa Rica? Cuando en Guanacaste hay muchas hectáreas de tierra aptas para sembrar sorgo, conocemos la tecnología, hay maquinaria que se puede utilizar, tenemos un clima donde las variedades e híbridos resistentes a la sequía y de ciclos cortos tendrían un buen comportamiento agronómico. Además, podemos economizar reservas utilizando menos maíz en las dietas y sustituyéndolo por sorgo. El incremento del precio del maíz hará que los costarricenses paguemos más por la leche, los huevos y las carnes. La bola como dicen está del lado del nuevo gobierno para comenzar a reactivar la economía y generando nuevos empleos en una provincia que se asfixia por falta de oportunidades. Veremos verdaderamente si hay voluntad política o van a continuar favoreciendo a los importadores de maíz y trigo.
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