El petróleo y el gas natural son riquezas naturales potenciales que podrían impulsar fuertemente el desarrollo del país

» Por Mihaela Dobrinescu - MBA, Ingeniera en Geólogía y Geofísica Especialista en Hidrocarburos

Ante la insistencia del geólogo Allan Astorga de inculcar en el lector la imposibilidad de que Costa Rica aproveche sus propios recursos naturales, como el petróleo, el gas natural y los minerales metalíferos y además por caer en numerosas contradicciones en sus publicaciones, es el momento de aclarar aspectos relacionados el temario abordado en su artículo del pasado 8 de setiembre del año en curso en el Diario digital CRHoy.com.

Sobre el potencial de hidrocarburos que pose nuestro país, aclaramos que durante varias campañas exploratorias realizadas en el pasado se han identificado al menos 10 zonas de interés con potencial que varía de posible a probable cuya tasa de éxito es de hasta el 50%. En estas zonas, no se ha avanzado en la localización de un yacimiento comercial cuantificado bajo un potencial probado, no porque no existiría si no porque en los últimos 30 años se ha impedido continuar con la exploración, prohibiendo la actividad, quedando a una fase intermedia.

En la administración Abel Pacheco (2002-2006) después de un avance importante en la exploración de hidrocarburos en Costa Rica, se daba el gran avance para la fase de detalle en la zona marítima del alto de Moín, que buscaba probar esta estructura y se esperaba culminar con la localización de una muy posible acumulación en cantidades importantes de hidrocarburos.

Este era el inicio para dar el gran paso a la localización y cuantificación de posibles reservas probadas. Por ejemplo, en la estructura de Moín, explorada en los años 70 por la empresa francesa Elf, donde se perforó un pozo profundo, la empresa Harken de los EE.UU. realizó nuevas exploraciones de detalle en esa estructura con las tecnologías más avanzadas en ese momento, e identificó un nuevo sector para perforar nuevo pozo profundo adicional al que había perforado Elf.

No obstante, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de este nuevo pozo a ser perforado por la compañía Harken, compañía que llevaba a cabo las exploraciones bajo un contrato de concesión, no fue aprobado por la Comisión Plenaria de SETENA, a pesar de los departamentos técnicos sí recomendaron su aprobación, sin que esta Comisión haya señalado los fallos que habrían impedido la aprobación del EIA para el inicio de la perforación de este pozo profundo y por ende se suspendieron todas las actividades en esta área.

El 19 de agosto de 2011, en la administración de Laura Chinchilla Miranda decreta la primera moratoria petrolera, por un periodo de 3 años, para la exploración de los depósitos de petróleo en el territorio nacional. Posteriores este han seguido 3 decretos de moratorias firmadas en las administraciones Luis Guillermo Solis y Carlos Alvarado y cuyas acciones se extiende ahora para la exploración y la explotación tanto del petróleo como del gas natural con una vigencia hasta el año 2050.

Esta situación ha impedido el avance y la cuantificación de las reservas probadas a pesar que si se logró de forma muy científica la estimación del potencial nacional de hidrocarburos en todo el territorio del país y la evaluación cuantitativa de las reservas probables.

La Ley de Hidrocarburos establece en su artículo 4 la celebración de un abanico muy variado de formas para realizar las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos en el país:

“ARTICULO 4.- El Poder Ejecutivo, por medio del Ministerio de Recursos Naturales, Energía y Minas (Ministerio de Ambiente y Energía hoy en día), promoverá y fomentará la exploración y la explotación de los hidrocarburos; y podrá efectuar esas actividades, directamente o por medio de contratos de asociación, de operación, de servicio, de concesión o de cualquier otra naturaleza, celebrados por el Poder Ejecutivo con personas jurídicas, nacionales o extranjeras, de reconocida capacidad técnica, financiera y con experiencia e idoneidad en la industria de los hidrocarburos” (el subrayado no es del original).

No es únicamente contratos de concesión como hace referencia Allan Astorga en su artículo. Además, la regalía (que es un impuesto a los ingresos brutos) que el Estado recibiría bajo contrato de concesión es MINIMO 15 %. No es un máximo como los señala el geólogo Astorga. El techo lo pone el Estado como parte del proceso de licitación en el caso de la contratación por concesión.

Además, el Estado puede llevar a cabo estas actividades de cualquier otra forma a las formas de contratación indicadas en la ley ya que autoriza al Poder Ejecutivo a hacerlo bajo formas “de cualquier otra naturaleza”.

Es relevante mencionar, que los contratos de asociación son los que más se emplean en la actividad exploratoria y productiva de petrolero y de gas natural, con la particularidad de que en la etapa exploratoria el riesgo corre 100% por parte de contratista y el Estado entra participar como socio en la etapa de producción, en que están cuantificados las reservas probadas. Después de la recepción de la regalía, según lo pactado en el contrato partiendo de un mínimo del 15%, al Estado le corresponde la proporción de la producción de los volúmenes de hidrocarburos de acuerdo con la participación que éste tendrá en el contrato. Por lo tanto, el contrato de asociación presenta varios beneficios: el Estado no asume ningún el riesgo en la etapa de exploración que además es la más costosa, le permite entrar con un cierto porcentaje en la etapa de producción con todos los derechos sobre la proporcionalidad del volumen producido, mantiene el recibimiento de la regalía (que es de un mínimo del 15%), y además asegura el desarrollo de las actividades en conjunto, de los especialistas internacionales (los contratistas), con el personal nacional, logrando una permanente transferencia de tecnología y de perfeccionamiento del personal nacional.

El modelo de contratación de asociación antes descrito es el modelo que Noruega lo desarrollo y que se está adaptando en todo el mundo cuya ejecución exitosa es indudable. Noruega ha logrado ser uno de los países con el más alto desarrollo humano y ocupa los primeros lugares en materia ambiental. Estos logros se han dado después del desarrollo de la actividad de exploración y producción de hidrocarburos, los años 60´s, antes era uno de los países más atrasados de Europa. El gran impulso social y económico se los deben a los hidrocarburos y a la capacidad de conocer y aceptar sus limitaciones y de tener mucha visión de futuro.

La Factura Petrolera se puede disminuir de dos maneras: sea por la disminución del consumo de los hidrocarburos y por ente bajar las importaciones de este energético, pero también por los ingresos fiscales y no fiscales que la actividad productiva de exploración y producción de petróleo y de gas natural genera. La segunda manera para bajar la factura petrolera no es considerada por el Geólogo Allan Astorga.

El gas natural y el petróleo pueden encontrarse en la naturaleza cada uno en yacimientos separados o juntos en el mismo yacimiento obedeciendo las leyes de la gravedad para materias de densidad diferente por lo que el gas natural se encuentra en la parte superior, sigue el petróleo y en la parte inferior agua del yacimiento.

Lo anterior tiene implicaciones importantes tanto en el proceso de exploración, así como en el de extracción de las mismas, tomando en cuenta que la posibilidad de contar con la certeza de que tipo de hidrocarburo se encuentra en el yacimiento se logra en estados muy avanzados de la exploración y en la mayoría únicamente cundo se hacen las pruebas de producción en el yacimiento previas a poner el yacimiento a producir.

Esto ocurre con el gas condensado cuya característica es que, en el yacimiento, bajo las condiciones de alta presión y alta temperatura propios del lugar donde se encuentra acumulado, tiene el estado gaseoso y una vez extraído a la superficie bajo la presión atmosférica y temperatura ambiente de aproximadamente 20°C adquiere el estado físico líquido. El proceso que enfrenta el hidrocarburo es de condensación y se justifica por contener en cantidades importantes propano, butano y otras fracciones más pesadas.

Prácticamente nos encontramos frente a un tipo de petróleo. No obstante, este tipo de hidrocarburo se denomina “gas condensado” y para su uso requiere de un proceso de refinación, proceso que no es requerido para el gas natural, compuesto principalmente por metano.

Otra categoría que se encuentra en la naturaleza es el “gas petróleo”. En este caso el gas natural se encuentra disuelto completamente o parcialmente en el petróleo en función de las condiciones de alta temperatura y alta presión del yacimiento. Se separa del petróleo a medida que la presión baja, también contiene cantidades importantes de propano y butano y otras fracciones más pesadas e igual que el “gas condensado” requiere de un proceso de refinación para poder ser utilizado.

Las categorías antes descritas, son típicas de yacimientos asociados que albergan tanto gas natural como petróleo. Si bien, teóricamente cuando se hacen las pruebas de producción se puede marcar el límite gas natural – petróleo en la práctica es casi imposible extraer únicamente gas y aún es imposible delimitar el contacto del gas natural con el “gas condenso” o el “gas petróleo”. A estas dos categorías se le suma el gas natural conocido como “gas húmedo” o “gas rico” cuya característica es que presenta cantidades altas de hidrocarburos condensables.

Vale enfatizar que los métodos de exploración, tanto para el petróleo o como para el gas natural son los mismos y no revelan de previo la presencia de cuál de los dos se encuentran en el yacimiento, este se sabe únicamente al concluir la fase exploratoria y desarrollando las pruebas de producción en el yacimiento para prepararse a la etapa de extracción del hidrocarburo.

En términos económicos, llegamos a saber si estamos en presencia de gas natural, de petróleo o de ambos, cuando se concluye la etapa de exploración y se ha invertido todo el presupuesto asignado para esta fase.

En materia económica, en la etapa productiva se logra la recuperación del presupuesto invertido en exploración y desarrollo del yacimiento. Si se abandona la posibilidad de recuperar la inversión con la producción del petróleo, lo cual es muy complejo técnicamente y no se hace en mundo, adicionalmente también se llegaría a una pérdida importante económica, por lo que no habría ninguna posibilidad de desarrollar ese gas natural.

También, limitar la posibilidad de producir únicamente gas natural de un yacimiento asociado (compuesto por gas natural y petróleo), induciría a un altísimo riesgo económico al inversionista por no tener la certeza de poder recuperar su inversión poniendo a producir el yacimiento de hidrocarburos. Por lo tanto, no se realizaría ninguna actividad exploratoria para buscar este recurso natural en el subsuelo.

El mismo Estado costarricense incurriría en una actividad altamente riesgosa desde el punto de vista económico y financiero ya que el precio del gas natural es 3 veces inferior al del petróleo.

Hoy día, gracias a la importancia y valor que el gas natural tiene en la transición energética y en la descarbonización y a los grandes avances tecnológicos y científicos, el “gas rico” (húmedo), el “gas condenso” y el “gas petróleo” son extraídos y aprovechados tanto en la fracción gaseosa como en la líquida, aumentando la rentabilidad del proceso exploratorio y de desarrollo del yacimiento y beneficiando la economía de los países donde se ejerce la actividad exploratoria y productiva. También contribuye al aumento de la seguridad energética y facilita la transición a los recursos energéticos no renovables.

En la práctica, la segregación de la exploración y producción de gas natural y petróleo para producir únicamente gas natural no es posible científica, técnica, financiera y económicamente y llegaría a ser ruinosa. Por esta razón esta segregación no se da en ninguna parte del mundo.

La alta demanda mundial de los hidrocarburos, empleados cada día menos como combustible, pero aumentando considerablemente su uso como materia prima para las industrias petroquímica, farmacéutica, cosmética, agroquímica, alimentaria, biomédica, médica, etc. cuyos valor agregado es considerablemente superior a valor agregado de los combustibles, nos lleva a la conclusión que es altamente conveniente desarrollar la actividad de exploración y producción de los hidrocarburos (gas natural y petróleo), en Costa Rica bajo vigente legislación, la Ley de Hidrocarburo N°7399.

El geólogo Astorga no menciona de la riqueza nacional potencial (recursos fiscales y divisas potenciales, etc.) que el gas natural, el petróleo y otros recursos naturales relacionados, podría representar y con mucha más razón en una época de gran carencia de recursos de desempleo que el país tiene.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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