El MEP y su “pomada canaria”

» Por Mauricio Portillo - Investigador educativo, asesor curricular, profesor universitario (UNED) Máster en Educación del Tecnológico de Monterrey

Toda decisión educativa tiene efectos concretos en el acceso y calidad del servicio y derecho esencial que es la educación. Este gobierno nos tiene acostumbrados a solo comunicar sus decisiones, sin escuchar voces calificadas sobre los riesgos que conllevan las decisiones nutridas de omisiones, de conveniencias y de ocurrencias. La ministra de Educación impuso unas vacaciones forzadas cuyas consecuencias no deseadas son graves, pero como siempre, el mismo gobierno tiene la pomada canaria para la cura de las enfermedades que originó.

El MEP en el 2020 casi gana el récord mundial por tener más tiempo cerrados los centros educativos del país. El efecto de este cierre tiene proporciones bíblicas, que aún no se han podido estimar. La mitad de los estudiantes desconectados, y la otra mitad con posibilidad de conectarse, pero sin un modelo real para el aprendizaje virtual o a distancia.  Sin embargo, las autoridades del MEP tenían la pomada canaria lista para el problema que originó: plan remedial para que el estudiantado se ponga al día.  Un plan sin metas, sin evidencias, en definitiva, sin posibilidad de ser evaluado.  Alimentando más el mito de la efectividad mágica de este plan.

A punto de regresar de las vacaciones forzadas, nuevamente el MEP anuncia en una conferencia de prensa informativa, donde nadie pregunta o cuestiona, que tiene una nueva presentación de la pomada canaria 2021: aplicar planes remediales para nivelar a los rezagados y acciones para reincorporar a quienes están en riesgo de abandonar los estudios. Ya es hora de hablar con la verdad. Los planes remediales no son una solución porque el rezago educativo y la perdida de lecciones son tan grandes que se requerirán muchos años para tener el nivel educativo que se tenía antes de la pandemia.  El abandono escolar y la exclusión educativa es un proceso que las autoridades del MEP fomentaron con estas vacaciones forzadas al debilitar el vínculo docente-familia- estudiantes que es la clave para la permanencia de los estudiantes en las aulas. Nunca se tuvo la capacidad de prever una estrategia para la población que antes de la pausa de medio año ya tenía señales de riesgo de abandonar los estudios.

Como es costumbre el personal docente y administrativo serán quienes cargarán con las consecuencias de las malas decisiones tomadas en las oficinas. El MEP es un patrono que exige mucho, pero no suele dar los recursos o el apoyo necesario para realizar las tareas, lo que origina malestar.

Urge hablar claramente al pueblo costarricense sobre la crisis educativa que estamos viviendo y se necesitan estrategias participativas, innovadoras y sistémicas para sacar adelante la educación del país.  Todo indica que las autoridades del MEP necesitan abrirse a la sociedad civil y hacer alianzas estratégicas con todos los sectores del país, porque han demostrado no poseer claridad y efectividad en lo que proponen.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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