El presidente de la República, Carlos Alvarado, reitera en su discurso de inauguración, el lema que ha venido utilizando desde su triunfo: “El Gobierno del Bicentenario”. Su administración será el cuatrienio donde se van a conmemorar los 200 años de vida independiente.
Esta temática le permite unir esfuerzos y voluntades alrededor del sentimiento patrio, y a la vez le permite un compás de espera sutilmente velado hasta el 2021 para poder así ver los frutos tangibles de lo que pueda ser su gobierno.
Nos habló de 7 ejes temáticos; a saber, recuperar la estabilidad fiscal y llevar el déficit a un 3% del PIB al final de su mandato, una educación de calidad con acciones concretas, reforzamiento de la seguridad ciudadana, promoción de la salud y estilos de vida saludables, protección del ambiente y desarrollo de energías limpias, reducción del desempleo con énfasis en zonas costeras y en la zona norte-norte, y entrarle al serio problema de la infraestructura con el tren eléctrico rápido, la sectorización del transporte de la GAM, ampliación de la ruta 27 por concesión de obra y concluir las rutas 32 y de vía a San Carlos.
Prometedor el mensaje presidencial, ambicioso en proyectos tangibles y realizables si hay voluntad y deseos enormes de trabajar en ellos, como parece ser su mayor anhelo.
Todo ello puede ser alcanzable, si a la par de sus loables intenciones busca proponer una agenda de reactivación económica. No escuché propuestas claras en tal sentido, no sé si por omisión discursiva o porque en realidad no está contemplada en sus 7 ejes temáticos.
Esta agenda de reactivación pasa por acuerdos legislativos para aprobar proyectos que han quedado en la corriente legislativa, como educación dual, teletrabajo, el poder asegurar a las personas por el tiempo real trabajado, impuesto de renta exento para los primeros años de pymes y mipymes, inversión de la presentación de los requisitos municipales en el proceso de nuevos emprendimientos, entre otros.
También urgen cambios en los reglamentos que rigen Banca para el Desarrollo para que el dinero actualmente ocioso llegue a las microempresas, y una eliminación de trámites y procesos por parte del MEIC para facilitar aún más los emprendimientos productivos.
Por el bien de Costa Rica, le deseamos el mejor de los éxitos al presidente Alvarado Quesada en los difíciles retos que tiene entre en sus manos.
—
Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, fotocopia de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr.
