Educación: Responsabilidad Compartida

» Por Esteban J. Beltrán Ulate – Profesor

El diálogo parece ser una ardua tarea en nuestros tiempos, lo más lamentable es que, la dificultad ante el reconocimiento del otro y sus circunstancias puede derivar en una serie de perjuicios para los implicados, incluyendo a aquellos y aquellas que no participan pero que están circunscritos en el marco de acción de los y las que deberían abrazar el diálogo como camino común.

Nuevamente la jerarquía del Ministerio de Educación Pública, hace oídos sordos a las voces del bloque sindical de la educación, y en esta falta de acuerdos, emerge en voz de la Ministra de Educación la idea de “reorganizar” el curso lectivo, lo que evidencia una falta de pericia para replantear una estrategia, que la misma Contraloría General de la República en el INFORME N° DFOE-EC-IF-00002-2021 del 12 de abril del año en curso bajo el título “Informe de Auditoría de Carácter Especial sobre el Diseño e Implementación de la Estrategia Regresar”, menciona que (en el numeral 3.4 de la sección de conclusiones) “es necesaria la mejora de los procesos operativos; así como, el establecimiento de procesos de control que permitan mantener o cambiar el rumbo de las actividades que se están ejecutando … a la fecha no se dispone de informes que permitan validar los resultados alcanzados con la implementación de la Estrategia Regresar.”.

El problema que afrontamos no se resuelve con un nuevo calendario, el problema hay que atenderlo con una nueva estrategia. La creciente ola de contagios que lastima a nuestra comunidad nacional, con tantas muertes, repercutiendo en las vidas de cientos de familias, si bien demandaban una acción inmediata para resguardar la vida humana en las comunidades educativas, no requería de la suspensión (reorganización) de días lectivos, sino más bien, la migración hacia una modalidad 100% a distancia. Lo anterior no implica una mediación virtual, sino una metodología a distancia con el apoyo de material impreso para el estudiantado que así lo requiera y mediante soporte virtual para aquel estudiantado que tenga acceso a internet, aunado a un apoyo vigoroso por medios de comunicación (radio, televisión, periódicos).

La educación debería mantenerse a distancia mientras la ola pandémica cese, y los centros hospitalarios públicos estén fuera de condición crítica, la educación bimodal (presencial-distancia) debería avalarse en las instituciones públicas hasta que el personal esté vacunado (incluyendo personal académico y administrativo). Mientras se desarrolla un trabajo a distancia (que no es lo mismo que virtual) con el estudiantado, se puede establecer un equipo nacional interregional para edición de un cuadernillo educativo por nivel (tal como se trabaja en educación abierta), con la sentencia “un cuadernillo por cada estudiante”, mismos que contarían con todas las asignaturas y que pueda ser aplicado para el estudiantado desde primaria hasta secundaria (el cuadernillo estaría compuesto por Guías de Trabajo Autónomo genéricas, producto de la definición de una ruta de aprendizajes básica universal. Donde incluso se pueden crear Guías de Trabajo Autónomo multidisciplinares).

Por otro lado, con la contundencia de un Ministerio que está comprometido con su razón de ser, el Ministerio de Educación Pública puede recurrir a lo expuesto en el artículo 11 de la ley 1758 “Los programas de radio y televisión deben contribuir a elevar el nivel cultural de la nación. Las radioemisoras y televisoras comerciales están obligadas a ceder gratuitamente al Ministerio de Educación Pública un espacio mínimo de media hora por semana para fines de divulgación científica y cultural.”. Con la habilidad del cuerpo docente nacional, y los medios de comunicación al servicio de la educación del país, es viable lograr un giro en la situación que vivimos. En esta misma línea, pero bajo la fórmula de convenio y/o responsabilidad social los periódicos impresos deberían habilitar una página diaria para la exposición de un material pedagógico suministrado por el Ministerio de Educación Pública, de manera que la sociedad tenga en sus manos la posibilidad de otorgar a niños, niñas y jóvenes, material impreso para profundizar aprendizajes.

De la mano de estas acciones propuestas para un trabajo en modalidad “a distancia”, debe asumirse una tarea urgente desde la Asamblea Legislativa para ejercer las presiones y lograr los acuerdos necesarios con el objetivo de tener las condiciones materiales para un acceso universal de Internet, así como los instrumentos tecnológicos necesarios, para que todo estudiante, en cualquier parte del país pueda en el momento que lo requiera, desde una visión democrática, bajo la premisa de educación gratuita y costeada por el Estado, acceder a una educación digna.

La educación es una responsabilidad compartida, la respuesta no es replantear el calendario, el camino es el diálogo, el trabajo conjunto, el replanteamiento de estrategias, la respuesta global para que nadie se quede atrás. Debemos afrontar la situación y hacer de nuestro Estado un agente capaz de mover timón de la institucionalidad en favor del bienestar de nuestra comunidad educativa nacional.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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