Desde hace muchos años en Costa Rica tenemos muchos desaciertos políticos y económicos de otros y, no hay de otra, hay que corregirlos para ayer. No hubo diálogo para incurrir en desaciertos y ahora resulta que sí hay que hacer diálogo y tender puentes para corregir los desaciertos de otros. El diálogo y los puentes deben empezar por reconocer sus errores y cooperar, todos los que han cometido los desaciertos. Pero no es el estilo de vida de los costarricenses, dinamitando los puentes del diálogo.
Segundo año de este nuevo gobierno y hasta ahora, solo hemos tenido períodos muy poco productivos de sesiones legislativas, complementado con unos cuantos decretos difíciles de entender provenientes del poder ejecutivo y, reelecciones inconvenientes de hasta 8 años en el Poder Judicial, cuando hay otros miles de costarricenses que también podrían hacer más y mejores cosas y en períodos de 4 años y sin innecesarias reelecciones. Claro que el cuarto poder en las democracias, el periodismo, ha tratado de hacer su parte. Pero ahora hemos podido ver este cuarto poder ampliado, con la participación de más y más costarricenses, por medio de todas las redes sociales.
Hay que arreglar lo que hay que arreglar: No pueden seguir existiendo repúblicas independientes. El FEES debe regularse porque la prioridad debe ser la enseñanza pública primaria y secundaria. No puede seguirse mal interpretando el artículo de la Constitución relativo a las convenciones colectivas. No pueden existir las pensiones de lujo. El TSE debe tener como prioridad mejorar y actualizar todo lo relativo a nuestras elecciones periódicas nacionales y municipales, de lo contrario el abstencionismo se va a tragar a nuestra democracia. La Sala IV debe tener como prioridad actualizar la correcta interpretación única de nuestra Constitución y las leyes. Las listas de espera sin fin de la CCSS son una vergüenza nacional. Los expedientes judiciales sin resolver ya compiten en ineficiencia con las listas de espera de la CCSS. En fin, y así sucesivamente toda la gran cantidad de desaciertos que conocemos todos los demás costarricenses.
Para eso es un nuevo gobierno. Pero el nuevo gobierno de turno no es solo el nuevo presidente, todos los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa son también parte del nuevo gobierno de turno y, todos deberían estar trabajando de conformidad con sus planes de gobierno, esos que el TSE les aprobó de previo a las elecciones. Los planes de gobierno de los partidos políticos deberían ser mucho más que solo un requisito de presentación ante el el TSE.
Pero no planes de gobierno como los que hemos visto en estos dos años de este gobierno de turno. Planes de gobierno sólo de opiniones y comentarios personales del Presidente, diputados y ministros. Tienen que ser planes de gobierno de ideas y proyectos serios, sobre todo de reactivación económica, provenientes de la seriedad que se supone tienen los partidos políticos de donde salieron electos todos esos funcionarios públicos.
Qué maravilla la internet y todas las redes sociales actuales para enterarnos de inmediato de todo lo que hacen y no hacen los gobiernos de turno. Antes había que depender de periódicos y noticieros apenas para medio enterarse, semanas, meses y años después, de lo que ya se había hecho y que de por sí, ya nada podíamos hacer. También es muy importante la participación cada vez, de más y más costarricenses por medio de todas las redes sociales, ahora que están de moda, para ayudar finalmente a conseguir por fin, una Costa Rica bien administrada o bien gobernada. Usando el término que sea. De suerte que ahora con la existencia de las redes sociales, todos los costarricenses podemos participar de este cuarto poder ampliado de las democracias, para que más pronto que tarde, todos los costarricenses tengamos más y mejores beneficios, de esta nuestra democracia del pura vida.