La facultar de legislar y ejercer control político es de los diputados y diputadas de la República de Costa Rica, léase el artículo 105 de la Constitución Política de nuestro país que señala que la potestad de legislar reside en el pueblo, quien la delega en la Asamblea Legislativa (diputados) a través del sufragio y que tal potestad no podrá ser renunciada ni sujeta a limitaciones…”; así como el artículo 9 del mismo nuevo Cuerpo Normativo que señala la existencia de tres poderes independientes: Poder Legislativo, Poder Ejecutivo y Poder Judicial.
Quien haya pretendido modificar el Reglamento de la Asamblea Legislativa (Poder Legislativo) para incluir que los proyectos de Ley del Poder Ejecutivo (presidente, ministros y ministras) no sean modificados si así lo decide ese mismo Poder Ejecutivo, coarta tal potestad de legislar y ejercer control político.
Tal idea pretendía cambiar dicho Reglamento e incluir que “cuando el Poder Ejecutivo presenta un proyecto de ley, podrá optar para que el mismo reciba mociones de modificación o bien no aceptar ninguna o aceptar solamente las que, en su criterio, tiendan a mejorar el proyecto o a garantizar la mayoría necesaria para su aprobación”. En buena hora que una Comisión Legislativa detectó tal moción y la rechazó, en razón de que ella cercena a mi criterio derechos constitucionales y es ese acto una tendencia al totalitarismo, donde se pretende impedir la intervención de otros; incluso controlando todos los aspectos de la vida del Estado. Fue una muy mala idea pretender dicha reforma que limita principios constitucionales como es la posibilidad de contar con poderes independientes y donde la función de legislar y ejercer control político es del Poder Legislativo, de los diputados y diputadas; donde incluso no debería existir una Comisión de Reforma del Estado ajena a los diputados y diputadas que son quienes tienen esa tarea por elección popular ¡Cuidado costarricenses! Vaya a ser que algunas ideologías tiendan a mitigar lo que tanto ha costado a nuestra Nación libre, soberana, democrática e independiente.
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