Para nadie es un secreto el hecho que el periodismo tradicional en América, ha sido víctima de corrupción durante décadas. Mediante el pago de dádivas y de jugosas coimas, el manejo irregular de información sensible de muchos funcionarios públicos y políticos de nuestro entorno, se negocian en salas de redacción el silencio de sus acciones. Los ejemplos abundan; basta ver la posición pusilánime y silenciosa de algunos medios de prensa, ante la descarada burla de políticos criollos locales y de otros lares, con evidentes casos de podredumbre en su curriculum vitae.
Ante el embate irreversible de las redes sociales y del descalabro económico de la prensa impresa en muchos países, aparecieron en la ‘comunidad virtual’ los troles, como nuevas formas de obtener y de divulgar información fuera esta buena o mala. Hoy en día, antes que las rotativas inicien su trabajo de impresión, la noticia ya se encuentra en los teléfonos móviles de millones de usuarios en forma de texto, audio y vídeo, superando la noticia a la velocidad del sonido.
Fue así como en estos días, salió a la luz pública la presencia de un trol llamado “Piero Calandrelli” (Alberto Vargas Zúñiga) quien afirma tener pruebas por pagos hechos por la ministra de Salud, -a través de un funcionario- para la defensa de su gestión y de los cuestionamientos hechos por periodistas del medio digital CRHoy.
En la jerga de Internet, -según teoría de Wikipedia- “…un trol describe a una persona con identidad desconocida que publica mensajes provocadores, irrelevantes, polémicos o fuera de tema en una comunidad en línea, con la principal intención de molestar o provocar una respuesta emocional negativa en los usuarios y lectores…”.
En este caso en particular, los señalamientos de ‘Piero Calandrelli’ contra la ministra de Salud son graves, -que de comprobarse- darían al traste con la gestión de la ministra de sus funciones dado el grado de ilegalidad que esto conlleva. Por su parte, la ministra Joselyn Chacón calificó los hechos como de “extorsión” y ha decidido llevar el asunto a los Tribunales de Justicia, para que sean los encargados de dictar sentencia.
Por otra parte, yo no podría ver de ‘pasiva’ la reacción del presidente Chaves en patear el tarro, o mirar pa’otro lado, quien a estas alturas del comentario, ya debió haber llamado a la funcionaria para pedirle cuentas de las acusaciones del trol y del desgaste político que esto podría causar. Pareciera que en este caso, la última palabra la tendrán los Tribunales de Justicia, considerando la justicia pronta y cumplida que vivimos en el país y con los miles de expedientes por resolver que duermen el sueño de los justos.
Lo cierto del caso y esto contradice a muchos, es que un trol desde el punto de vista jurídico es real, está sujeto a la ley, es una persona que piensa y opina, que genera ideas y no un ‘avatar’ de ‘Piero Calandrelli’ cerrándonos un ojito, con anteojitos ray-ban y haciendo la señal de peace and love.
La próxima conferencia de prensa ya tiene titular: ‘De troles y coimas’, pero será más el morbo por escarbar en el tema, que el silencio que por ley le confiere.
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