Por Luigi Rebecchi Pannelli
Ojalá sea una bravuconada, del futuro presidente de los Estados Unidos de América, de instalar un muro fronterizo entre México y su País, porque de ser cierto; los emigrantes, despectivamente llamados “espaldas mojadas” cambiarían el apodo a “los trepadores del muro”. Se aproxima el día de la investidura del nuevo mandatario y; de seguro será una efeméride luctuosa en todo el mundo, las malas lenguas, que nuca faltan; pronostican que el “macho” tendrá problemas.
Desde hace muchos años, el Tío Sam ha dejado de ser el país de las oportunidades y menos del “sueño americano”; debido a la pena de muerte, al cannabis de consumo legal; antes o después, conducirá a la heroína, a la ley de migración que solo sirve para deportar a la gente y dividir las familias, el “medicare” la salud para todos, a punto de ser derogada por la nueva administración, que enriquecerá los cementerios de los pobres y; las elecciones de la primera potencia del mundo, que nadie entiende por enredadas, que hicieron posible que los “filántropos” y desinteresados republicanos ganaran en todos los frentes. Entonces surge la pregunta del millón: “¿Dónde está el sueño americano con todas sus oportunidades?”, “¿sobrevivirán las taquerías y “le pizzerie”?”, “¿qué hará el “camarada” Donald con China, Rusia, Siria y Turquía pese a que su País nunca ha tenido una política exterior acertada además de sus relativas invasiones?”. Ojalá que el “golfista” llene los hoyos de los problemas graves que agobian al mundo.