La corrupción es el segundo mayor problema nacional según las encuestas y, bajo el chavismo, Costa Rica solamente desciende en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional y obtiene su segunda peor calificación histórica. ¿Cómo no, si la corrupción y el descaro son noticia cada semana?
Con el chavismo hemos padecido desde un contrato de más de 300 millones de colones para reducir en un mes la lista de espera de mamografías pero terminar duplicándola, hasta contratos con sobreprecios que implicaría un perjuicio al Estado de más de 12 mil millones mensuales, pasando por las más de 50 denuncias penales en contra de Rodrigo Chaves o las más de 10 en contra de la presidenta suspendida de la Caja o los múltiples fracasos de la ley para disminuir controles sobre fondos públicos…
En la historia reciente del país no ha habido un gobierno tan corrupto ni tan descarado como el que se sienta ahora en Zapote. La corrupción tiene enormes costos para el erario público y puede provocar perjuicios enormes a las finanzas de instituciones. El mayor ejemplo lo tenemos en la Caja ya que el caso de los contratos con sobreprecios para la administración de Ebais por parte de cooperativas implicaría perjuicios a las finanzas públicas por más de 12 mil millones de colones mensualmente. ¿Usted logra visualizar la inmensa cantidad de dinero que son 12 mil millones, peor aún, mensuales? No sólo eso, la corrupción golpea la confianza de la ciudadanía en el Estado como un todo y afecta la capacidad de gestión de las instituciones. Hoy la Caja se enfrenta a una crisis de liderazgo sin precedentes con una Junta Directiva incapaz de sesionar producto de las suspensiones decididas por la justicia.
Claro, al presidente que prometía ser diferente, “comerse la bronca” y hasta aprobar una ley para promocionar las denuncias por corrupción (que nunca fue presentada, por supuesto) no le importa la corrupción. Al menos no cuando es cometida por sus cómplices más cercanos. El fin de semana en Acosta la presidenta suspendida de la Caja participó en actividades públicas del gobierno y fue presentada como una persona honesta en un abrazo presidencial a la corrupción. No sé ustedes, pero yo conozco poquísimas personas honestas con más de 10 denuncias penales y con un paseo en perrera de Pérez Zeledón a Goicoechea. Por cierto, que en esa actividad de Acosta se presentó la construcción de la Clínica de Acosta como logro de esta administración; sin embargo, desde el año 2021, durante el gobierno de Carlos Alvarado y la Alcaldía de Norman Hidalgo, se incorporó la clínica en el plan de inversión de la Caja y se publicó la licitación para la construcción.
Los ejemplos de corrupción son muchísimos y se descubren cada semana y, sin embargo, la cúspide de la decadencia ética, la corrupción y el descaro chavistas es la intención de una póliza del chorizo para cubrir los gastos de jerarcas del gobierno en procesos legales en su contra con el dinero de nuestros impuestos. Entiéndase que el ministro de Hacienda, ese que duplicó los salarios de jerarcas y recorta presupuesto en áreas como salud, educación y cultura, es el mismo que defiende que se pague con nuestros impuestos una póliza para los jerarcas para que se tenga que pagar también con nuestros impuestos los costos en que ellos incurran para defender de procesos legales en su contra, algunos procesos que tendrán que ver justamente con mal uso de fondos públicos.
Ningún gobierno ni ningún político corrupto ha sido tan cínico ni descarado. ¿A qué le teme el chavismo? Es acaso que ya vieron que sus malas decisiones y corrupción puede acarrearles consecuencias como el paseo en perrera de la presidenta suspendida de la Caja? Por supuesto, la póliza del chorizo no sería retroactiva, ¿cuántas denuncias más saben que acumularán en lo que queda del gobierno con más denuncias penales de la historia? La perrera suena y chavista trae, ¿le temen a qué más jerarcas tengan que enfrentarse a la justicia?
La explicación del ministro es que tienen que proteger su patrimonio personal frente a denuncias temerarias. Es el mismo ministro que se inventó que había visto un TikTok y organizó una conferencia de prensa junto al presidente para denunciar un mega caso de evasión fiscal que nunca existió y que, más bien, terminó denunciado penalmente por la propia Sala Constitucional. Pero además de eso, pretenden usar el patrimonio público del Estado en beneficio propio para proteger su patrimonio personal. De nuevo, ningún gobierno ni ningún político corrupto ha sido tan cínico ni descarado como el chavismo.
Casi sobra decirlo, pero por supuesto la póliza del chorizo es ilegal y, por supuesto, ahora el presidente y el ministro de Hacienda acumulan una nueva denuncia. ¿Lo bueno? Su defensa personal no podrá ser pagada con nuestros impuestos.