Con el inicio del periodo electoral surgen gran cantidad de propuestas y promesas de parte de los distintos partidos políticos sobre el tema de ambiente. Para generar soluciones que realmente sirvan es necesario cuestionarse si se están realizando las preguntas correctas a la hora de plantear lo que se desea corregir o mejorar. Al hablar de nuevos balcones nos referimos a un cambio en la mirada, un cambio en la dirección en que enfocamos la vista.
Este cambio en la visión requiere promover nuevos modelos de pensamiento, incentivar el dialogo democrático e invertir en educación con enfoque a crear ciudadanos responsables y profesionales creativos que a satisfagan las necesidades del país y aporten a su crecimiento. Es fundamental dejar de tratar de solucionar todos los problemas de una misma forma debido a que los problemas ambientales y sociales que enfrenta el país son de naturaleza muy variada. En el tema de ambiente promover el diálogo y los procesos de conciliación toma mucha importancia debido a que este campo ha demostrado ser un aspecto en el cual surge gran discrepancia entre las partes involucradas.
Hoy más que nunca se evidencia la necesidad de intentar revertir el daño que ha causado al medio ambiente el ser humano y sus actividades especialmente de índole industrial y productivo. La posición científica es clara, si queremos que nuestra especie continué existiendo es necesario actuar. Teniendo en cuenta nuestra responsabilidad ambiental y la necesidad de satisfacer nuestras necesidades surge el desarrollo humano sostenible. El desarrollo humano sostenible busca satisfacer las necesidades de las presentes generaciones sin comprometer la posibilidad de las nuevas generaciones de realizar lo mismo. Este nuevo enfoque indica que una vez satisfechas las necesidades básicas el desarrollo humano implica crecer como persona y no acumular objetos. No se puede separar el desarrollo humano de la parte ambiental por que el ser humano forma parte de su entorno. Sabemos que nuestro país es rico en recursos naturales y es posible aprovecharlos de forma sostenible y responsable.
En Costa Rica se ha promovido metas como la carbono neutralidad, producción de energía eléctrica limpia, campañas de reciclaje, inversión en protección del medio ambiente y parques nacionales, ente otras. A pequeña escala se promueven proyectos como la obtención de la bandera azul por parte de centros educativos y otras instituciones en reconocimiento por sus esfuerzos en la conservación del ambiente. Sin embargo, el país tiene grandes retos por delante si quiere lograr dichas metas. Por ejemplo en el campo de transporte Costa Rica consume gran cantidad de energía en forma de combustible y la creciente flota vehicular ha significado un aumento en la contaminación en el país.
Es lamentable como muchos especialmente en el ámbito político afirman ser ambientalistas cuando ni siquiera comprenden las implicaciones de lo que se hacen llamar. El tema de ambiente en la política más que un tema vital se ha convertido en un campo utilizado para mostrar “señales de virtud” y al mismo tiempo no hacer nada. El proceso de avance hacia un desarrollo sostenible depende en gran medida de las acciones que tomen los gobiernos para regular el uso que se le da a los recursos naturales por esto es de mucha importancia recalcar lo fundamental que es esta nueva mirada. De ahí la importancia de que los ciudadanos nos informemos y elijamos de manera responsable.
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