Costo de vida en Costa Rica es insostenible

» Por Luis Fernando Allen Forbes - Director Ejecutivo Asociación Salvemos el Río Pacuare

Nuestros gobiernos llevan tiempo dándole vueltas al establecimiento de una economía sostenible, buscando nombres llamativos a un problema doméstico, que tiene más de insostenible porque genera crisis económica, social y pobreza.

Sin duda alguna, una economía insostenible es la que gasta la mitad de lo que tiene destinado a política social en pago de salarios, mientras ahoga con subidas de impuestos a la ciudadanía para sostenerse. Es insostenible que cada vez sea mayor el número de los que gastan fondos del estado y menor el de los que aportan al estado, y que encima éstos que aportan hayan de aportar más cada vez.

La economía sostenible, también denominada desarrollo sostenible, perdurable o sustentable, es un sistema socioeconómico que busca aumentar el bienestar social promoviendo un consumo responsable mediante la puesta en marcha de un sistema financiero basado en empresas respetuosas con el medio ambiente y comprometidas con la sociedad. Su objetivo principal es reducir la pobreza y garantizar un desarrollo de calidad de las generaciones presentes y futuras, sin comprometer los recursos del planeta, es decir, sin consumir más que aquello que la naturaleza pueda producir.

Actualmente, la insostenibilidad de la economía la vemos en el día a día de una familia con hijos y todos sus miembros sin trabajo, que tiene una serie de gastos ineludibles e imprescindibles, que vive con sueldos muy por debajo de lo que debería ser normal, para el nivel de precios que tienen los productos y servicios.

El sistema económico actual es un aparato tributario voraz, porque hace pagar más a quien menos puede y menos consume, para beneficio de quien tiene más. Este sistema obliga a los mas pobres a sufragar precios altos con salarios congelados y menguantes.

En esta sociedad vemos a casi la mitad de los jóvenes sin trabajo, y a la otra mitad con salarios que apenas llegan al mínimo imprescindible para poder vivir de forma independiente.

Uno de los principales retos de la economía costarricense es el de atraer inversión al país, promoviendo así el progreso económico y el desarrollo de la misma. Como uno de los principales núcleos de economías emergentes del mundo, la economía de nuestro país precisa de la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) para fomentar el desarrollo empresarial y la industrialización.

Costa Rica está lejos de una vida y una economía sostenible primero por no poseer una estrategia de sostenibilidad y la otro porque nuestro sistema se desarrolla en un ambiente de mucha corrupción y de corrupción estructurada.

Es claro que la corrupción sigue presentando uno de los mayores desincentivos a la inversión en los países que conforman la región. La inseguridad jurídica y la “fiscalidad oculta”, siguen lastrando el crecimiento de los flujos de capital extranjero.

Pese a la lucha ejercida para eliminar la corrupción y la inseguridad jurídica en los países, el alto grado de corrupción y el arraigo histórico de la misma en los países integrantes provocan que no sea una tarea, para nada, fácil.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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