Por si usted no lo sabía le cuento esto:
De los 194 países que existen en el mundo, Costa Rica está en el ranking número 19 con mayor cantidad de personas privadas de libertad por cada 100 mil habitantes.
Además, somos el país de Latinoamérica que tiene las penas más altas de prisión no solo en materia de adultos, sino que también para personas menores de edad.
Por eso para hablar y opinar con criterio adecuado es importante estudiar el Derecho comparado y la política penitenciaria de países con éxito en el combate a la delincuencia. Repito tenemos las cárceles más llenas en América Latina solo después de El Salvador, no obstante; aún pareciera que no es suficiente.
Por otro lado, usted me podría decir que construir más cárceles es la solución yo le diría que ninguna Municipalidad de este país acepta que el Ministerio de Justicia les construya una cárcel. ¿Entonces cómo hacemos?
Hoy me dijo una persona de una Municipalidad que aprecio mucho, que nunca permitirán una cárcel en el cantón, es más que ni siquiera un relleno sanitario para los desechos que produce el mismo cantón.
Con esa forma de pensar cómo esperamos avanzar.
Hay que tomar decisiones, si la decisión es construir más prisiones pues adelante; pero luego espero no verlo (a) bloqueando calles para impedir que lo hagan en su vecindario.
No quiero ver Concejos Municipales quejándose de la delincuencia cuando ellos mismos se opusieron a la construcción de un Centro Penitenciario en su cantón.
La delincuencia en Costa Rica es totalmente criolla, el 93% de los privados de libertad son costarricenses.
Debemos invertir en recuperar espacios, generar empleos, reactivar la economía y también un lugar en donde dar tratamiento a las personas que cometen delitos.
El tratamiento al delincuente es complejo y hemos optado por no invertir en ellos, la consecuencia es que muchos salen más violentos de las prisiones. Y sí, en algún momento les corresponderá salir.
Si observa la tasa de reubicación de privados de libertad, la misma ha sido constante en los últimos 10 años, la desafortunada frase de que “una golondrina no hace verano” no es óbice para que los políticos de turno hagan propaganda y propongan soluciones imposibles.
Y no, no es posible reabrir San Lucas ya no le pertenece a Justicia y es Patrimonio Nacional por lo que es inviable esta salida.
Es mejor invertir en prevención, es mejor medir a nuestra policía por las cosas que dejan de pasar y no por los delincuentes que detienen, mejorar controles migratorios, motivar a la población a denunciar.
Deténgase un momento y hágase esta pregunta: ¿Prefiero que atrapen al asesino de mi ser querido o prefiero que los delincuentes no tengan espacio para asesinarlo?
Ahí la dejo…
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