Vienen las elecciones de febrero 2022 y tendremos la tarea y dicha de elegir nuestro presidente y vicepresidentes de la República que van en una papeleta y diputados (as) en la otra papeleta, nos entregan dos en el recinto y es en ellas donde elegimos según nuestra preferencia partidaria.
Sin embargo, muchos se preguntan cómo se eligen los diputados (as) de nuestras provincias y que están llamados trabajar por todos los cantones desde el Plenario legislativo, para ello se requiere conocimiento.
Primero debemos tener claro que en Costa Rica elegimos a los diputados a través de listas cerradas y bloqueadas que presentan los Partidos Políticos y que en cada lista de cada partido van la cantidad de nombres necesarios según la cantidad de puestos que haya para elegir en cada provincia, así ha establecido este mecanismo el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE); eso significa que debemos estudiar con detalle quiénes ocupan el primer lugar de esas listas de aspirantes en cada Partido pues son quienes tienen más posibilidad de salir electos según el mecanismo matemático de cálculo que ya expondré.
Esa lista que ofrecen los Partidos Políticos es cerrada y bloqueada porque el elector no puede modificar el orden en que los partidos políticos presentan las candidaturas: “…el elector elige la lista tal cual ha sido presentada, sin poder alterar el orden de los candidatos, ni agregar o eliminar candidatos…” (Ferreira, 2017, p. 661); por eso es fundamental estudiar quiénes lideran cada papeleta de diputados y no votar con desconocimiento simplemente por ser la bandera de uno u otro color político y menos por tradicionalismo; sino por capacidades, experiencia, madurez política, preparación y resultados comunales; o sea, que haya dado una excelente muestra de administración.
Ahora bien, ¿cómo resultan electos los diputados? En Costa Rica se utiliza una fórmula electoral que recurre a tres elementos: cociente, subcociente y cifras residuales.
Para eso, les comparto 10 pasos que debemos entender, donde lo más importante que debemos tener claro es que para poder entrar en la lucha de una diputación se debe alcanzar primero que nada la cifra de subcociente para que un aspirante no quede afuera…,pero ¿qué es eso?
Acá los pasos para saber quién sale electo como diputado o diputada:
1. Ordenamiento de la votación partidaria: el TSE debe ordenar los resultados que se reciben después de la votación por cada Partido Político.
2. Eliminación de los votos nulos y los votos en blanco: Los votos nulos y los votos en blanco después de las elecciones no se contabilizan como votos válidos ni en la elección de presidente ni en la de diputados, tampoco en las elecciones municipales. Estos votos no se suman al candidato más votado ni tampoco se toman en cuenta para el cálculo del cociente y el subcociente, en consecuencia, no tienen ningún peso en el resultado final.
3. Cálculo del dividendo: cifra que va arriba de la división “dividendo”, se obtiene de la suma total de las votaciones logradas por los partidos que participaron en la elección, permitirá calcular cociente.
4. Cálculo del divisor: El divisor, la parte de abajo de la división, se obtiene del número de diputaciones a distribuir en una provincia. El artículo 106 de la Constitución Política fija en 57 el número de diputados para todo el país y establece que, cada vez que se realice un Censo general de población, el TSE asignará a las provincias las diputaciones respectivas en proporción a la población de cada una de ellas. El propio TSE es quien realiza el cálculo, por ello, no es necesario calcular el divisor, ya que es un número dado por el propio organismo electoral según la cantidad de diputados que le toca a cada provincia, por ejemplo a Cartago son siete.
5. Cálculo del cociente: Para el cálculo del cociente, se divide el dividendo entre el divisor (datos obtenidos en los pasos 3 y 4, respectivamente. El cociente es el resultado de dividir la sumatoria de la votación de todos los partidos en una provincia (por ejemplo 220.255 votos válidamente emitidos en Heredia) entre el número de escaños por repartir en esa provincia (por ejemplo entre 6 diputaciones que le tocan a Heredia). El resultado de esa división es el cociente y quienes obtengan esa cifra, tienen espacio para una curul, o sea, ganan diputados.
6. Cálculo del subcociente: El subcociente es la mitad del cociente, es decir, el resultado de dividir la cifra cociente entre dos. La clave del subcociente es comprender su función de barrera electoral, de manera que los partidos que no alcancen esa cifra quedan excluidos del reparto de plazas. El subcociente, entonces, como umbral, elimina los partidos que se encuentran por debajo de este y determina entre cuáles se realizará la repartición de diputaciones.
7. Distribución por cociente: Una vez que se determinan cuáles partidos políticos superaron la barrera del subcociente y que, por ende tienen derecho a entrar en la distribución de escaños, se inicia la repartición por medio del cociente obtenido. Siendo así, los partidos que en sus votaciones obtenidas alcancen o superen la cifra del cociente tienen derecho a escaños. Dado que un cociente equivale a una curul, tendrán derecho a tantos escaños como cocientes logren.
8. Cálculo de cifras residuales: Eventualmente, todas las plazas por distribuir en una provincia pueden repartirse entre los cocientes logrados. Pero, de no presentarse esta situación, escenario que es muy usual, es necesario recurrir a las cifras residuales para repartir las restantes plazas pendientes. Las cifras residuales se calculan de dos maneras: por un lado, entre los partidos que superaron la cifra cociente y; por otro, entre los partidos que, si bien no alcanzaron la cifra cociente, sí superaron la barrera del subcociente. Entre los partidos que alcanzaron el cociente y que se les asignó uno o varios escaños, la cifra residual se obtiene restándole el cociente a la votación inicial de ese partido, cuantas veces se haya alcanzado ese cociente. Por otra parte, a los partidos que superaron el subcociente, pero no alcanzaron la cifra cociente; es decir, a las agrupaciones que no quedaron excluidas por la barrera, pero no entraron en el primer reparto por cociente, se les tienen sus votaciones iniciales como cifras residuales para entonces ser consideradas en el segundo reparto.
9. Distribución por resto mayor: Si asignadas las curules por medio de las cifras residuales aún quedan escaños pendientes de distribuir, se vuelven a revisar las cifras residuales de mayor a menor y se asignan en forma descendiente las curules pendientes, o sea, como última opción se le asignarían a los que les sobraron más votos.
10. Declaratoria de elección: Realizada la adjudicación de todas las plazas, lo único pendiente es la respectiva declaratoria de elección que hace el TSE.
Así las cosas, con este ejemplo numérico espero resumir lo explicado:
Por ejemplo, en Cartago la cantidad de diputados a elegir son siete y para las elecciones del 2018 hubo 272 894 votos válidos (o sea, sin los votos en blanco y nulos), esto quiere decir que el cociente para ver quien obtiene diputados es el resultado de dividir 272.894 entre 7; siendo así que el cociente es de 38 984,857; o sea, los partidos que obtuvieron esa cifra ganan una o varias diputaciones según cuantos cocientes hayan obtenido. Sin embargo, al dividir el cociente entre dos obtenemos el subcociente que en este caso es de 19 492,429; eso significa que los Partidos con sus candidatos que obtuvieron menos de esa cifra, no podrán aspirar a una diputación, quedan por fuera de la repartición. Ahora bien, una vez hecha la repartición según el cociente, habrá un residuo de votos tanto entre quienes alcanzaron ese cociente como entre quienes quedaron por encima del subcociente y es así como entre ellos, se reparten las curules que quedan según los que obtengan el residuo (sobrante) mayor; así se hace la repartición hasta llenar todos los escaños.
Así las cosas, lo importante de todo ello es estudiar muy bien los candidatos (as) a diputados por cada provincia y que no nos impongan por mera bandera partidaria; sino que elijamos por capacidades, Costa Rica necesita avanzar y no podemos seguir votando a “ciegas”.
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