En la era digital, las plataformas juegan un papel cada vez más significativo en la formación de los hábitos e identidades de los jóvenes, lo que con una adecuada educación y regulación puede traer beneficios, pero si no actuamos puede conllevar consecuencias perjudiciales, particularmente en relación con las adicciones futuras.
El libre desarrollo de la personalidad es un derecho fundamental que le permite al adolescente construir su proyecto de vida y su identidad sin injerencias arbitrarias, por lo que cada vez más debe debatirse sobre el impacto de las plataformas digitales en este proceso individual que tiene repercusiones comunitarias con la influencia en red de unos con otros.
Las plataformas digitales juegan un papel cada vez más esencial en la autodeterminación de los individuos y tiene más peso conforme más uso hacen las personas de redes sociales. En Costa Rica, conforme al estudio de la Universidad de Costa Rica ‘Nuestras apps de cada día’ el 84% de las personas usan redes sociales.
Aunque los adolescentes seleccionan los medios en los que participan y a quiénes siguen basándose en su identidad actual o deseada, tal como sugiere el Modelo de Práctica de Medios de Jane Brown, los algoritmos, los anuncios y publicidad oculta (ej. influenciadores) van más allá de estas elecciones iniciales e influyen de enorme manera, a menudo sin el pleno conocimiento de estos.
Los algoritmos, que sugieren contenidos basándose en una variedad de factores, como los intereses del usuario y los gustos de personas con características similares, no suelen ser transparentes y no protegen a los menores de algunos abusos dirigidos a ellos.
Los abusos de la industria del vapeo hacia los menores de edad
La industria del vapeo ha sido acusada de construir y promover sus productos de manera que sean atractivos para la juventud. En los Estados Unidos, una empresa tuvo que resolver una demanda de $462 millones con varios estados, tras ser acusada de comercializar agresivamente sus cigarrillos electrónicos a los jóvenes.
En Reino Unido, de manera similar, se descubrió que una marca líder de cigarrillos electrónicos estuvo siendo promovida por influencers en medios sociales, quienes en algunos casos afirman recibir compensación por sus publicaciones. Como agravante, estos contenidos al ser promovidos por algoritmos (ej.TikTok) no contienen restricciones de edad y si muestra ser popular entre grupos de jóvenes se les podría recomendar de manera más intensa.
En Costa Rica, aunque en menor escala, se ha encontrado contenido digital de este tipo dirigido a adolescentes, lo que deja claro que no estamos exentos de esta problemática y que la regulación actual para combatir estas prácticas resulta insuficiente. Lastimosamente, las propuestas regulatorias existentes se centran principalmente en limitar el consumo de las personas, ignorando el papel crucial que desempeñan las plataformas digitales en la formación de adicciones y en la exposición de los adolescentes a estos riesgos.
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