A mayor población más capacidad de producción

» Por Luis Fernando Allen Forbes - Director ejecutivo Asociación Salvemos El Río Pacuare

El crecimiento demográfico es considerado el principal responsable de los daños que está sufriendo la naturaleza, lo cual parece amenazar la supervivencia de la humanidad.

Este tema fue planteado por primera vez por Thomas R. Malthus en 1798, cuya teoría afirma, que el crecimiento de la población humana siempre tiende a superar el de la capacidad de producción de recursos de la tierra ( los alimentos), ya que mientras la primera crece de forma geométrica, los segundos sólo lo hacen de forma aritmética.

Según los expertos en demografía, en el planeta ya hay 8 mil millones de habitantes y cada año nacen en el mundo más o menos 100 millones de niño(a)s lo que significa que a medida que la población se expande, crece la demanda de alimentos, agua, combustibles fósiles, minerales y de otros recursos naturales.

Lo que supone que el constante deterioro de la ecología provocada por la sociedad industrial y el impacto del crecimiento de la población sobre el medio ambiente, nos obliga a buscar nuevas relaciones con la Tierra cuyo fin primordial es reconciliar al ser humano con la madre naturaleza, consigo mismo y con sus semejantes.

Todos debemos asumir nuestra responsabilidad en la preservación del medio ambiente. Es imprescindible que logremos vivir en un equilibrio adecuado con la realidad y la naturaleza, que no afecte la interdependencia existente entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta.

Las proporciones alcanzadas por la población humana se teme excederá la capacidad del planeta para sostenerla. Lo que hace necesario impulsar una cultura ecológica o ambiental, que comprenda que la especie humana no puede seguir multiplicándose de la misma forma en que lo ha venido haciendo hasta ahora.

Sin embargo, la solución no está en el control de la natalidad ya que, en la mayor parte de los países desarrollados, ésta va en descenso. La causa de la supuesta “falta de recursos”, es el desigual reparto de la riqueza en el mundo y en la falta de medios para la subsistencia, no en la subsistencia propia.

Esta claro que el dominio de la especie humana, asociado a las modernas tecnologías industriales y agrícolas, hace imposible pensar en un desarrollo humano sostenible, porque el crecimiento de la población y el acceso a la tierra y a los alimentos es asimétrico.

De acuerdo algunas escuelas de pensamiento económico estas son las filosofías en que se basan sus postulados:

Para una escuela de pensamiento todo este problema se resume en un acceso desigual a la tierra y a los alimentos y para la otra escuela hay que aplicar la tecnología a la producción para aumentarla y erradicar el hambre de la población desfavorecida.

Finalmente, y pese a las teorías, el aumento de la población debe fundamentar su crecimiento en el equilibrio ecológico, la satisfacción de necesidades, y la educación ambiental como instrumento clave para el progreso.

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