11 S en Nuestra América

» Por Olger Antonio Chaves Garita - Consultor

NEW YORK, NY - FEBRUARY 26: Flowers are viewed at one of the reflecting pools at Ground Zero with the names of those killed in the 1993 World Trade Center bombing that killed six people and injured more than 1,000, on February 26, 2015 in New York City. Officials at the September 11 museum held a small memorial service with family members of the deceased to mark the 22nd anniversary of the 1993 bombing. The north pool of the September 11 memorial is where a truck bomb exploded below the trade center?s north tower on Feb. 26 of 1993. (Photo by Spencer Platt/Getty Images)

Todos los años, el 11 de setiembre es una fecha de ingrata memoria para los habitantes de los Estados Unidos y, en general, para la humanidad. El recuerdo de las desgarradoras imágenes de los aviones estrellados contra los rascacielos del Centro Mundial de Comercio, y la posterior implosión dirigida de ambos edificios, son, sin duda, muy dolorosos. Los 2977 (https://cnnespanol.cnn.com/2021/08/18/20-anos-de-los-atentados-terroristas-del-11-de-septiembre-en-estados-unidos/) trabajadores, que murieron esa mañana, es una cifra que (y aunque fuera solo uno) no debería existir en las estadísticas mundiales. Como tampoco las miles de almas que tuvieron que regresar al seno divino como consecuencia de las represalias contra los supuestos terroristas que la causaron y que arrojó la suma de “109 032 muertos en Irak —de los que 66 081 fueron civiles, el 63 %; 23 984 ‘enemigos etiquetados como insurgentes’; 15 196 del “país anfitrión” (las fuerzas del gobierno iraquí) y 3771 fueron muertos “amigos” (fuerzas de la coalición)—. Cada día, de media, murieron 31 civiles, durante un período de seis años.” (https://es.wikipedia.org/wiki/Invasi%C3%B3n_de_Irak_de_2003). El ataque contra las torres gemelas, fue la excusa perfecta para invadir Irak, buscar petróleo gratis e instaurar regímenes acorde con los intereses estadounidenses, además de darle uso a los pertrechos almacenados casi a punto de volverse obsoletos y mover su economía de guerra.

En América Latina, el mes de setiembre también es de tristes recuerdos debido a las múltiples acciones de golpes de estado, asesinatos y torturas.

A continuación, se presenta un breve resumen de hechos y cuentas de los sucesos que no se deben olvidar:

  • El miércoles 25 de septiembre de 1963, en República Dominicana, después de solo siete meses en el cargo, Juan Bosch fue derrocado por un golpe de estado encabezado por el coronel Elías Wessin y sustituido por una junta militar. Bosch tuvo que exiliarse en Puerto Rico. A menos de dos años, un descontento creciente generó otra rebelión el 24 de abril de abril de 1965, que exigía la restauración del presidente Bosch. Los insurgentes estaban al mando del coronel Francisco Alberto Caamaño. El 28 de abril, los Estados Unidos entran a la contienda mediante una invasión con unos 42 mil soldados lo que le permitió instaurar el orden a la medida de sus intereses (https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Bosch).
  • El 16 de septiembre de 1955 fracciones de las Fuerzas Armadas Argentinas lanzaron una serie de acciones en distintos puntos del país con el objetivo de derrocar al gobierno constitucional del presidente Juan Domingo Perón. El bando golpista se conformó inicialmente con unas pocas unidades del Ejército y la Fuerza Aérea y prácticamente la totalidad de la Marina de Guerra. La operación contó con el apoyo de los partidos políticos de la oposición y de la Iglesia, cobijando numerosos comandos civiles que actuaron junto a los militares rebeldes. Finalmente, tras una semana de cruentos combates el golpe triunfó, con un saldo de más de 150 víctimas mortales. (https://www.argentina.gob.ar/anm/muestras/golpe55). La complicidad de la iglesia católica y la participación del ejército estadounidense en la organización, ejecución y sostenimiento de este hecho sangriento, siguen siendo tema de debate y memoria (http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0186-03482014000200006). Como producto del éxito de este evento, las puertas quedaron abiertas para los “marines” y así ingresar a su gusto y atrevimiento a su patio trasero en 1966 (http://museodeladeuda.econ.uba.ar/28-de-junio-de-1966-golpe-de-estado-a-illia/), 1976 otro golpe de estado y de nuevo los militares al poder y servicio de los intereses estadounidenses (que dejó miles de muertos y más de 30 mil desparecidos y al menos unos 400 menores robados y posteriormente vendidos en adopción) (https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/derechoshumanos/article/view/5802) y ¡saber cuándo será el próximo!
  • El 11 de setiembre de 1973, orquestado meses atrás desde la embajada estadounidense en Santiago de Chile y ordenado tres años antes por el presidente Richard Nixon, mediante una acción coordinada de las distintas divisiones de las fuerzas armadas chilenas (la Naval, la Aérea y el Ejército), con participación activa de los Carabineros, se da uno de los golpes de estado más aterrador de la región. En menos de doce horas, es asesinado el presidente Constitucional Salvador Allende, y todo el país es controlado por la bota militar. Desde el mismo primer día y hasta el fin de la dictadura, las atrocidades no se hicieron esperar, incluso contra los mismos militares independientes. En total, según cifras de organismos internacionales de derechos humanos se contabilizaron 3227 víctimas, de los cuales 2804 casos de víctimas de violaciones a los derechos humanos, y 423 casos de víctimas de violencia política (http://interactivos.museodelamemoria.cl/justicia/listadocondenados.php). Según el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile, las víctimas de la dictadura superan las000 personas (https://www.lavanguardia.com/cribeo/estilo-de-vida/20210909/7708907/todos-deberiamos-guardar-moneda-congelador.html). Las acciones homicidas y violaciones de los Derechos Humanos, hizo que durante la dictadura de Pinochet más de 200 mil chilenos tuvieran que migrar hacia diversos países del mundo, incluyendo a Ricardo Lagos y Michelle Bachelet (que posteriormente ejercieron la presidencia constitucional de ese país). (https://es.wikipedia.org/wiki/Exilio_pol%C3%ADtico_durante_la_dictadura_militar_de_Chile). Las intervenciones estadounidenses en Chile, no más, datan desde 1811 en que se dio por primera vez para investigar las perspectivas de los revolucionarios criollos en su lucha por la independencia de España (https://es.wikipedia.org/wiki/Intervenci%C3%B3n_estadounidense_en_Chile).

Así, este 11 de setiembre, en que el mundo llora las 2977 víctimas del derribamiento de las llamadas “torres gemelas”, debe ser una fecha para sufrir las decenas de miles de seres humanos torturados, asesinados y extraditados en la que José Martí denominó “Nuestra América” y hacer votos para que de una vez por todas cesen las guerras, la avaricia, la desigualdad y reine para siempre la paz y la solidaridad en el mundo entero.

Los artículos de opinión aquí publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de EL MUNDO. Cualquier persona interesada en publicar un artículo de opinión en este medio puede hacerlo, enviando el texto con nombre completo, foto en PDF de la cédula de identidad por ambos lados y número de teléfono al correo redaccion@elmundo.cr, o elmundocr@gmail.com.

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