Óscar “El Machillo” Ramírez regresó a los banquillos tras siete años de ausencia, y su sello táctico volvió a hacerse sentir. Alajuelense derrotó 2-0 a Puntarenas FC en un Estadio Chorotega que lució casi lleno, en un partido donde la eficiencia, la solidez y el manejo estratégico fueron las claves rojinegras.
La Liga golpeó temprano y golpeó fuerte. Apenas al minuto 6, Creichel Pérez abrió el marcador con un cabezazo tras un centro de Alejandro Bran. La presión inicial de los manudos fue constante y, pese a varias llegadas claras, el marcador no se amplió de inmediato.
Un gol olímpico para recordar
La joya del partido llegó al minuto 34, cuando el capitán Celso Borges marcó un gol olímpico, sorprendiendo a Leonel Moreira. El mediocampista no solo anotó de manera magistral, sino que celebró con un baile que evocó los gestos de su padre, Alexandre Guimaraes, en sus tiempos de jugador.
Ese tanto fue un golpe anímico para los morados del Pacífico, mientras que los rojinegros se consolidaban en el control del juego.
El manejo del partido
La historia cambió en el segundo tiempo. Alajuelense se quedó con un hombre menos tras la expulsión de Aarón Salazar, lo que obligó a Óscar Ramírez a replantear su estrategia. Fiel a su estilo, el “Machillo” apostó entonces por cerrar espacios, priorizar el orden defensivo y aprovechar cualquier oportunidad al contragolpe.
Pese a tener superioridad numérica, Puntarenas no pudo romper la defensa rojinegra ni encontrar el descuento.
Impacto en la tabla
El triunfo es vital para Liga Deportiva Alajuelense, que asciende al segundo lugar de la clasificación general del Torneo de Clausura 2025, desplazando a Puntarenas FC, que ahora se ve obligado a sumar al menos tres puntos en las últimas dos jornadas si quiere asegurar su boleto a semifinales.
Con este resultado, el ADN competitivo de Óscar Ramírez volvió a quedar en evidencia: eficacia, solidez y estrategia, características que siguen vivas en su forma de dirigir, pese al tiempo alejado de los banquillos.
