Colonia, 8 abr (dpa) – Cuatro de las vidrieras de Notre Dame de París, dañadas en el incendio de 2019, están viajando de regreso a la capital francesa luego de su restauración en los talleres de la catedral de la ciudad alemana de Colonia.
Llegarán a París después de Semana Santa, dijo hoy un portavoz de los talleres en Colonia, que añadió que la restauración llevó alrededor de un año. La reconstrucción de los cristales se convirtió en un símbolo de la cooperación entre Alemania y Francia.
Las ventanas fueron creadas en 1965 por el artista de vidrieras Jacques Le Chevallier (1896-1987). Predominan en ellas los tonos azulados y rojizos, que se basan en los colores de ventanas de la Edad Media.
En 2019 se produjo un devastador incendio en Notre Dame, que destruyó casi por completo el techo e hizo que se derrumbara la aguja de la catedral. El presidente francés, Emmanuel Macron, prometió entonces que reconstruiría la catedral en cinco años.
El entonces jefe de Gobierno de Renania del Norte-Westfalia Armin Laschet convocó tras el incendio una colecta de donaciones junto con la comisión alemana de la Unesco. Su idea era que el dinero no se transfiriera directamente, sino que se vinculara a un proyecto concreto. Así se llegó a la restauración de las ventanas en los talleres de la catedral de Colonia.
La antigua maestra de obras de la catedral de Colonia Barbara Schock-Werner, coordinadora de la ayuda alemana para la reconstrucción de Notre Dame, dijo a dpa que la fecha oficial de entrega de las ventanas está fijada para fines de julio en París.
Schock-Werner dijo que en la restauración se luchó contra dos grandes desafíos. El primero fue la eliminación profesional del peligroso polvo de plomo. Las ventanas estaban sucias con este material debido al incendio del tejado de Notre Dame, que era de plomo.
Según Schock-Werner, la restauradora tuvo que trabajar con un traje protector y una mascarilla en una cámara de vacío. “Eso, lógicamente, supuso un gran esfuerzo”.
La segunda dificultad, señaló, fueron los restos de hollín. La limpieza tuvo que hacerse con mucho cuidado, “de manera de que realmente solo se quitara suciedad y hollín y nada de la pintura”.
La experta indicó que eso se logró. Solo en pocos lugares las ventanas estaban tan dañadas que hubo que colocar cristal nuevo del mismo color. “Se hizo de manera profesional y coordinando cada paso con París”, dijo.