UNICEF pide investigar muerte de jóvenes en Honduras

Ham_BustilloRedacción, 27 mar (elmundo.cr) – El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) pidió a las autoridades hondureñas que investiguen la muerte de cuatro estudiantes de secundaria en Tegucigalpa tras su participación en una protesta contra el gobierno.

“Las recientes muertes de estudiantes causan un profundo dolor, porque se truncan vidas de adolescentes que están esforzándose por construir un mejor futuro para ellos y sus familias”, dijo UNICEF en un comunicado.

“Es indispensable que se investiguen estas muertes violentas, que se identifiquen a los responsables y se apliquen las leyes que correspondan, con toda la severidad del caso”, señala el comunicado.

Los jóvenes Soad Nicolle Ham Bustillo, de 13 años, Elvin Antonio López, de 19, Darwin Josué Martínez, de 21 y Diana Yareli Montoya, también de 21 años, aparecieron muertos la noche del martes al miércoles.

Ellos eran dirigentes estudiantiles y habían participado en las recientes manifestaciones de estudiantes universitarios y de secundaria para exigir mejores condiciones en los centros educativos, según la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos de Honduras.

Ante la situación Marlon Escoto, Ministro de Educación indicó que “las pérdidas de las vidas son lamentables. Hemos revisado los nombres de los cuatro, la niña del Central (Soad Ham) el año pasado se había retirado de la educación por problemas de conducta y bajo rendimiento y se había reinscrito este año, de los otros tres, uno ya se había recibido y otros dos no aparecen en ningún registro del Ministerio de Educación”, agregó.

El cadáver de Ham apareció dentro de un saco y con muestras de tortura la mañana del miércoles 25 de marzo, tras hablar en televisión como portavoz de los estudiantes del primer curso de Ciclo Común en el Instituto Central Vicente Cáceres de la capital.

En las declaraciones dadas a televisión, además de explicar que se oponían a un cambio de horarios propuesto por el Ministerio de Salud que implicaría salir de clase a las 8 de las tarde, hora a la que en Tegucigalpa, una de las ciudad con más homicidios del mundo, es noche cerrada, se refirió a Escoto como “viejo hijo de la…”. Pocas horas después apareció muerta.

Honduras tiene el mayor índice de homicidios del mundo, 66 por cada 100.000 habitantes. Sólo en febrero de este año en Tegucigalpa murieron 24 menores asesinados.

Casa Alianza, organización de defensa de la niñez y adolescencia, emitió un comunicado en el que dijo “el asesinato de estos cuatro estudiantes se da en el contexto del movimiento organizado de exigencia de derechos de las y los estudiantes, por lo que estos crímenes difícilmente pueden ser atribuidos solamente a la delincuencia común”.

Estos asesinatos suceden cuando se cumplen dos semanas de protestas de los estudiantes de secundaria y de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, descontentos no sólo por las modificaciones de horarios sino por las condiciones físicas en las que reciben clases, en ausencia de mobiliario adecuado, insumos para la educación y con horarios que consideran peligrosos.

La policía ha reprimido las manifestaciones con dureza utilizando gases lacrimógenos y algunos manifestantes se han mostrado violentos.

El gobierno ha dicho que las protestas tienen carácter político y que están organizadas por el partido opositor Libertad y Refundación (LIBRE).

“Tenemos información de reuniones de ese partido al más alto nivel en el que tras una convocatoria de jóvenes quieren sumar a los profesores, enfermeras y médicos a una gran movilización”, dijo Escoto.

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