BALANCE
Por Cecilia Becaría (dpa)
Ciudad de Panamá, 11 abr (dpa) – Por primera vez los líderes de los 35 países de las Américas se sentaron a una misma mesa. El mensaje unánime fue la bienvenida a la histórica inclusión de Cuba. Un nuevo escenario, pero con un viejo guión, en el que volvieron a reflejarse las antiguas diferencias en la región.
“Celebramos la iniciativa valiente de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama de reestablecer relaciones y poner fin al último vestigio de Guerra Fría en la región”, señaló la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, durante su intervención en la Cumbre de las Américas de Panamá, donde se repitieron los elogios a la recomposición de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
“Ya era hora de que yo hablara aquí en nombre de Cuba”, aseguró Castro entre risas, después de 21 años de ausencia de la isla en la cita regional, de la que estuvo excluida desde la primera cumbre de Miami, en 1994.
En principio, porque desde 1962 la OEA la dejó fuera del sistema interamericano al declarar el carácter marxista-leninista de la revolución encabezada por Fidel Castro, pero luego porque Estados Unidos vetó su participación en la cumbre de Cartagena de 2012, pese a que tres años atrás la Organización de Estados Americanos había levantado la sanción en contra de La Habana.
“Mi mensaje es: la Guerra Fría ya pasó (…) Nuestros gobiernos seguirán teniendo diferencias, pero seguiremos trabajando para restablecer las relaciones diplomáticas y abrir las embajadas (en ambas capitales)”, dijo Obama en conferencia de prensa en Panamá, después del histórico encuentro cara a cara con Raúl Castro, el primero desde el deshielo entre ambos países.
“Soy optimista de que seguiremos avanzando no sólo con Cuba, sino con toda la región. Estados Unidos tiene el mayor compromiso en décadas con esta región”, aseguró el líder de la Casa Blanca, en un intento por mostrarse cercano a sus colegas latinoamericanos, muchos de los cuales fustigaron sin embargo la política de Washington y lo acusaron de intervencionismo.
Pese a que Obama habló de que los días en que la agenda de su país en el hemisferio “presuponía que Estados Unidos podía interferir impunemente han terminado”, varios mandatarios, especialmente los de la alianza de izquierda del ALBA, insistieron en que Washington sigue inmiscuyéndose en sus asuntos internos y condenaron las sanciones contra Venezuela.
“Es cierto que las interferencias forman parte de la historia, pero también es cierto que han surgido nuevas formas más sutiles de intervención e influencia en nuestros gobiernos, a través de lo que se conoce como los golpes suaves”, aseguró la argentina Cristina Fernández de Kirchner.
“Nuestros pueblos nunca más aceptarán la tutela, la injerencia, ni la intervención”, apuntó el ecuatoriano Rafael Correa aludiendo al rechazo que generaron en la región las sanciones de Washington.
El decreto que señaló a Venezuela como amenaza para la seguridad de Estados Unidos es, para el boliviano Evo Morales, “el error más grande que ha cometido Obama”, que “nadie va a olvidar”, pero consideró además que sólo ha servido para fortalecer al presidente venezolano Nicolás Maduro. “Obama es como el jefe de campaña de Maduro”, apuntó el líder aymara. El venezolano exigió en Panamá la derogación del decreto, un mensaje apoyado por la mayoría de los líderes, pero a la vez le pidió una posibilidad de diálogo a Obama.
“Yo también quiero un futuro y un futuro con Estados Unidos. Nosotros no somos antiestadounidenses, somos antiimperialistas”.
Aunque no hubo imágenes que circularan por todo el mundo como las de Obama con Castro, Maduro también tuvo un breve encuentro con el presidente estadounidense antes de que se subiera al Air Force One para regresar a su país. “Nos dijimos las verdades”, declaró Maduro a Telesur. Y por eso consideró que “ha sido la cumbre de la verdad”.
Los jefes de Estado y de gobierno de las Américas volverán a verse en tres años en Lima, Perú. Esa vez estarán los 35 frente a frente, y habrá que ver si, como pidió la mandataria argentina, la sinceridad estará en el orden del día.
