Washington, 23 may (VOA) – El debate empezó mucho antes de que nacieran, pero ahora los jóvenes se unen a la conversación sobre el derecho al aborto en Estados Unidos, el cual podría verse severamente restringido en partes del país si la Corte Suprema Corte revoca una decisión de hace cincuenta años sobre la que se cimienta su legalización a nivel nacional.
Estos días, algunos han salido de las aulas exigiendo que este derecho siga estando protegido por la Constitución, como es el caso de Harper Shaddick, organizadora de la protesta a favor del aborto y quien explicó a la Voz de América que “si se revoca, no solo afectara a las mujeres actualmente embarazadas sino a aquellas que lo hagan en el futuro.”
El pasado 3 de mayo, tras una filtración poco frecuente, salió a la luz un borrador de opinión de la Corte Suprema que mostraba que la mayoría de los magistrados estarían a favor de anular la histórica decisión de Roe v. Wade de 1973, que legalizó el aborto en todo el país.
Quienes condenan el aborto se sienten empoderados por el documento.
Anna Lulis, de Students for Life of America, dijo a VOA que espera que “la Suprema Corte tome la decisión correcta y ceda la decisión a los estados.”
Uno de esos estados es Oklahoma, donde el jueves los legisladores aprobaron un proyecto de ley que prohíbe el aborto con pocas excepciones.
En Oklahoma ya se han aprobado este año media docena de medidas contra el aborto. Mientras, los proveedores de este tipo de servicios de todo el país se han estado preparando para la posibilidad de que la nueva mayoría conservadora de la Corte Suprema federal pueda restringir aún más la práctica.
¿Podrían otros países seguir el ejemplo?
Desde el fallo de la Suprema Corte de Justicia de México en 2021, abortar ya no es un crimen en ese país. Pero sólo ocho de 32 estados de ese país han dado pasos para legalizarlo.
“Nos está enseñando lo que pasa en Estados Unidos es que nuestros derechos siempre están en riesgo.” Señaló Adriana Patlán de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México.
En Ginebra, Suiza, los activistas no esperan repercusiones, pues en general en Europa se permite el aborto.
Según explica a VOA Leah Hoctor, del Centro por los Derechos Reproductivos, “Polonia, Malta, Liechtenstein, Andorra (…) son los países en Europa que aún tienen leyes de aborto muy restrictivas.”
Mientras que Sudáfrica lo legalizó en 1996, pero lo que está pasando en EEUU preocupa a los activistas.
“Cuanto más se revoque en otros países, más podría también ocurrir aquí”, afirmó Whitney Chinogweny, miembro de Reproductive Choices.
Pese a los temores los grupos anti-aborto están decididos a abolirlo opinan critico como Austin Ruse, del Centro para la Familia y los Derechos Humanos con sede en EEUU.
“La mayoría de la gente no entiende lo tan radicales que son las leyes de aborto en Estados Unidos”, dijo Ruse.
Esta semana la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, calificó la posible decisión del Supremo de “extremo paso atrás” y consideró que, “en el fondo”, lo que está en juego es “el futuro de la nación”.
“Trata sobre si vivimos en un país en el que el gobierno puede interferir con las decisiones personales”, apuntó.
El borrador de opinión rechaza los límites a la autoridad estatal en las decisiones de Roe y Casey, diciendo que los legisladores locales deberían ser los que decidan qué es legal en su estado. Además, argumenta que el aborto no debe estar contemplado como un derecho constitucional protegido por el derecho a la privacidad, echando así por tierra la decisión de 1973.
Por contra, Harris opina que “el derecho a la privacidad en que se cimienta el fallo de Roe es el mismo derecho a la privacidad que protege el derecho a usar contraceptivos y el derecho a casarte con la persona a la que amas, incluidas aquellas del mismo sexo”.
Aún no se sabe cuándo el máximo tribuna podría dar su fallo, pero lo que si creen los expertos es que el impacto podría sentirse mucho más allá del territorio estadounidense.