Florida, 2 set (VOA) – La crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus está lejos de llegar a su final. Al menos, en la región de América Latina. La razón principal es que la distribución de la vacuna está siendo poco equitativa, hay muchas dificultades para acceder a ella y el ritmo de vacunación, como es obvio, está siendo muy lento.
Según datos facilitados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), solo 1 de cada 4 residentes en América Latina ha completado la pauta de vacunación, por lo que los expertos sanitarios instan a las administraciones y organismos de toda la región a trabajar conjuntamente para agilizar los protocolos con el objetivo de que la población tenga un mayor acceso a las dosis.
“Tres cuartas partes de la población de América Latina y el Caribe no ha sido completamente vacunada. Más de un tercio de los países de nuestra región aún no han vacunado al 20 por ciento de su población. Y en algunos lugares, la cobertura, es mucho menor”, confirmó Carissa Etienne durante la conferencia de prensa semanal realizada este miércoles para abordar la situación de la pandemia en las Américas.
El organismo sanitario, que ha estado monitoreando la pandemia desde que se desató la crisis sanitaria, ya había alertado de esta problemática aludiendo a la falta de recursos y de acceso a la vacuna por parte de algunos países en la región donde la tasa de vacunación está siendo extremadamente baja. “Las tasas de vacunación siguen estando por debajo del 20 por ciento en varios países del Caribe y Sudamérica”, agregó la máxima responsable de la OPS.
Pocas vacunas en Centroamérica
La situación es extremadamente preocupante en algunos países de Centroamérica, donde el ritmo de inoculación está siendo extremadamente lento, según señalaron fuentes de la Organización Panamericana de la Salud. “La cobertura sigue siendo de un solo dígito en naciones centroamericanas como Guatemala, Honduras y Nicaragua, expuso Etienne al tiempo que lamentaba que “los países con alta cobertura (de vacunación) son la excepción en nuestra región”.
Política, vacunas y Venezuela
Un escenario muy parecido es el que se vive también en naciones como Venezuela o Haití donde, de acuerdo a los datos con los que trabaja la OPS, “la fragilidad de los sistemas de salud y los desafíos políticos han retrasado aún más las inmunizaciones”, unos factores que han provocado que los expertos sanitarios ya den por hecho que el final de la pandemia se alargará mucho más de lo pronosticado en un principio.
El principal organismo sanitario en las Américas calcula que se deben suministrar 540 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus en la región sur del continente para “proteger al menos al 60 por ciento de la población”.
“Por lo tanto, debemos ampliar el acceso a las vacunas en nuestra región, especialmente en los lugares más rezagados”, señaló.
Llamado a la solidaridad
Ante estas previsiones bastante desalentadoras, la OPS ha hecho un llamado a los países que sí tienen acceso y exceso de vacunas a que donen parte de las dosis a las naciones más necesitadas. “Estamos trabajando para llamar la atención de los países desarrollados sobre la necesidad urgente de donar vacunas a América Latina y el Caribe”, recalcó.
Etienne insistió en que la clave está en diseñar un plan conjunto entre todas las naciones de la región para poder aplacar la pandemia en el menor tiempo posible. Eso pasa, dijo, por impulsar proyectos comunes de acceso a la vacuna para reducir la dependencia en las importaciones de la medicina.
“También estamos pensando en el futuro y haciendo planes para mejorar significativamente la capacidad regional de producción de vacunas”, dijo al respecto confirmando que se han recibido “32 propuestas de empresas públicas y privadas que quieren participar en este esfuerzo”.
Continúan los contagios
La baja de vacunación está teniendo un impacto directo en el número de contagios, que sigue registrando un rápido aumento de nuevas infecciones por Covid-19. La semana pasada se contabilizaron 1,6 millones de nuevos contagios y algo menos de 22.000 muertes en la región.
“Los brotes se están acelerando en varios países de América Central, especialmente en Costa Rica y Belice. En Sudamérica, las infecciones están disminuyendo en general, con algunas excepciones: en Venezuela los casos se están estabilizando y en Surinam la transmisión ha aumentado durante cuatro semanas consecutivas”, detalló.