Nueva York, 17 mar (VOA) – Un contador describió el martes con gran detalle supuestas reuniones que presenció entre el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, y un supuesto narcotraficante que le pagó dos sobornos de miles de dólares para su campaña presidencial en 2013.
El contador, que testificó en un juicio bajo el pseudónimo de José Sánchez, dijo que las reuniones ocurrieron en las oficinas de Graneros Nacionales, una arrocera usada para lavar dinero de la droga. Además de los sobornos, el presidente llegó a Graneros en varias ocasiones, en helicóptero, para recibir cheques mensuales de 250.000 lempiras (unos 10.300 dólares al cambio actual).
Sánchez apuntó que eran aportes para su campaña.
El narcotraficante que supuestamente pago al mandatario dos sobornos de 15.000 y 10.000 dólares fue Geovanny Fuentes Ramírez, quien está siendo enjuiciado en Nueva York. Sánchez testificó en su juicio.
Sánchez dijo tener miedo al entrar en la oficina donde vio al presidente reunido con Fuentes Ramírez. “Estaba viendo al candidato a la presidencia con un narcotraficante reunido”, testificó.
En una primera reunión se entregó el soborno de 15.000, afirmó Sánchez. Ocurrió en la mesa redonda de la oficina de Fuad Jarufe, dueño de Graneros Nacionales, ubicada en Choloma, en la costa norte de Honduras.
Sánchez se encargó de contar el dinero mientras el presidente miraba su celular, dijo el contador. Lo prefería en efectivo, agregó.
Según Sánchez, el presidente dijo en la reunión “seremos intocables”. También dijo que “iba a meter la droga a los gringos en sus propias narices y no se iban a dar ni cuenta”.
El presidente también supuestamente le dijo a Fuentes Ramírez que estaba interesado en que trabajara en su laboratorio de drogas para él, dijo Sánchez. Tampoco había que preocuparse por nada, dijo el presidente, porque Oscar Chinchilla, fiscal general del país, lo protegería.
Sánchez testificó que el trasiego de la droga se haría con ayuda de militares y policías.
“Juan Orlando Hernández dijo que para cuando Estados Unidos conociera la verdad ellos ya habrían modificado las leyes a su favor”, testificó Sánchez.
La línea telefónica a través de la cual varios periodistas siguen el juicio fue cortada cuando testificó Sanchez ya que los fiscales le pidieron al juez que no se transmitiera el testimonio para que nadie reconozca su voz.
Sánchez dijo que huyó de Honduras en 2015 porque estaba en peligro.
La víspera, un narcotraficante testificó que un hondureño le dijo en una cárcel de Nueva York que tenía fotos y videos que demostraban que el presidente Hernández recibía cargamentos de cocaína que provenían de Colombia en los aeropuertos de San Pedro Sula y Tegucigalpa.
Devis Leonel Rivera Maradiaga, exlíder del cartel Los Cachiros, testificó en el juicio a Fuentes Ramírez que éste le dijo en la cárcel que el presidente recibía los cargamentos sin que la agencia antidrogas estadounidense (DEA) se enterara.
Rivera Maradiaga se entregó a las autoridades estadounidenses en 2015 y está preso desde entonces. Fuentes Ramírez, quien está acusado de narcotráfico, fue arrestado en marzo de 2020 en Estados Unidos. Ambos hondureños han coincidido en la cárcel Metropolitan Correctional Center.
Los fiscales del distrito sur de Nueva York han mencionado al presidente hondureño muchas veces en el juicio a Fuentes Ramírez, que arrancó la semana pasada.
Éstos han asegurado que el mandatario aceptó sobornos por parte de narcotraficantes como Rivera Maradiaga y Fuentes Ramírez para financiar su campaña electoral a la presidencia. Los sobornos, según los fiscales, eran pagados a cambio de permitir el tráfico de drogas en Honduras y proteger a los narcos del arresto y la extradición.
Hernández ha negado repetidamente las acusaciones, asegurando que son mentiras de delincuentes que buscan sentencias más leves en Estados Unidos. El presidente no enfrenta ningún tipo de cargo.